Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho

Adaptación del gato a un nuevo entorno

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El gato lleva domesticado siglos pero hoy en día causa más problemas que nunca, ¿por qué?

El gato es un animal que no ha variado en nada su comportamiento salvaje, aun siendo un animal doméstico. No hace mucho tiempo los gatos vivían con más acceso al aire libre, donde podían hacer su “vida de gato” tal como es. Hoy en día la mayoría de los gatos viven en espacios cerrados y muchas veces reducidos, que afectan gravemente a su naturaleza. El gato no va a cambiar sus hábitos, ha conseguido realizar un proceso de adaptación pero tiene unas necesidades mínimas que muchas veces se ven truncadas, y de aquí vienen muchos problemas de comportamiento y por ello muchos abandonos y sacrificios injustos.

Es un animal salvaje, que necesita cazar, o en su defecto simular una caza como un juego, necesita marcar y afilar sus uñas como cuando lo hacen en los árboles, su actividad sigue siendo nocturna y su relación con los humanos puede llegar a ser nula, simplemente de tolerancia mutua.

Necesitamos aprender sus necesidades mínimas para poder adaptar al gato a nuestro hogar y darle la vida que su especie requiere. No podemos pretender que el gato sea un animal silencioso que vive en nuestro hogar y sólo con estar ahí se conforma y no necesita nada. Un gato puede vivir hasta 20 años, y en esos 20, 10 o 15 años nuestra vida va a cambiar mucho, vamos a tener hijos, cambiar de casa, de trabajo, de horarios, de situación económica, incluso puede que de país, y debemos ser conscientes, responsables y consecuentes, y llevar siempre a nuestro gato con nosotros y tenerle en cuenta en todos estos cambios que nos van a suceder.

Hay personas que adoptan un gato porque piensan que hay que dedicarles menos tiempo que a un perro y no es así, hay que dedicarles el mismo tiempo. El perro sale a la calle para hacer sus necesidades, vida social y hacer ejercicio. El gato hace vida social en casa cuando estamos nosotros, aparte de que haya otros animales siempre con ellos, y si se pasa el día solo, cuando lleguemos a casa por la noche cansados de trabajar el gato nos reclamará, necesita jugar, desgastar energía, un poco de compañía, ejercicio, aprendizaje. Si no tenemos tiempo no debemos adoptar ningún animal que necesite tantos cuidados, pero si ya lo tenemos y nuestra vida cambia y el gato ha de pasar solo más horas de lo normal, intentaremos compensarle siempre las horas que nos queden para él. Nuestro gato donde mejor estará es con nosotros, en su casa, y tenemos que saber darle una calidad de vida óptima en cualquier situación.

Imprescindible: Crear el «Lugar seguro»

Al llegar un gato a casa por primera vez sea de la edad que sea, debemos acomodarlo en una única habitación con la puerta cerrada. Para el gato será mucho más fácil adaptarse y será mucho menos estresante para él que si lo dejamos desde el primer momento suelto por la casa, situación en la cual seguramente el gato se esconda en el primer sitio que encuentre, pudiendo pasar días escondido. Para evitar esto, colocaremos todos los elementos imprescindibles que veremos ahora en una habitación poco ruidosa y tranquila, colocando el arenero en una punta de la habitación y la comida y el agua lejos. Sus juguetes y lugares de descanso o rascadores también deben estar en esta habitación. Tras unos días, el gato se habrá adaptado a este lugar y si vemos que está tranquilo y con ganas de curiosear, le abriremos la puerta y le dejaremos salir a explorar el resto de la casa. Este lugar de seguridad que hemos creado es muy importante para el gato, pues ante cualquier susto que tenga, siempre sabrá dónde volver para sentirse seguro, será su punto de partida y retorno. De lo contrario, si el gato se asusta, correrá sin rumbo hasta encontrar un lugar a veces inaccesible para nosotros donde esconderse, lo que generará más estrés en el gato. El tiempo que pueda estar el gato en el lugar seguro depende de lo asustadizo que sea, hay gatos que necesitarán una semana y otros sólo uno o dos días.

Adaptación del entorno

Antes de la llegada de un gato a nuestro hogar, tenemos que conocer sus necesidades y cómo debemos ambientar nuestra casa para él. El gato conserva sus instintos de reproducción, caza y marcaje, es por ello que debemos tenerlo en cuenta para proporcionar ciertos elementos que sustituyan a los naturales, para evitar que surjan problemas de comportamiento derivados de la falta de actividad o de lugares de marcaje.

Esterilización

Es recomendable siempre la esterilización del gato, para evitar camadas indeseadas, problemas de salud y de marcaje con orina o heces en nuestro hogar. Como sabemos, hay más gatos abandonados que personas dispuestos a adoptarlos, las protectoras y perreras están llenas de animales todos los días del año. Además, desgraciadamente al vivir el gato con nosotros en un espacio cerrado, hemos tenido que recurrir a la esterilización para evitar que el gato marque con orina y heces nuestra casa, generando olores y suciedad. Viviendo en un entorno cerrado el gato no puede desarrollar su completo comportamiento sexual de forma natural.

No puede faltar en nuestro hogar:

Una vez el gato se sienta seguro en la habitación que hemos creado para él, debemos distribuir nuestra casa de la siguiente manera.

  • Al menos un rascador grande con varias plataformas. Los gatos necesitan afilarse las uñas y en su estado natural utilizan sobre todo los árboles. Por esto, los rascadores que debemos comprar deben ser verticales y rígidos, y cuanto más altos mejor. Los rascadores de suelo u horizontales son adicionales. En su defecto, el gato afilará sus uñas en otras superficies verticales rígidas, que suelen ser nuestros sofás y resto de mobiliario.
  • El gato necesita subir a distintas alturas, y le gusta dormir en sitios altos y sitios blandos, si compramos un rascador con plataformas, será su lugar ideal de descanso, además de nuestros sofás y camas. Importante, para que los gatos usen el rascador, éste debe estar en un lugar de la casa en el que haya mucha vida. Si ponemos el rascador en una habitación que no usamos, casi no lo usarán, debe estar en el sitio donde nosotros pasemos más tiempo, que normalmente suele ser el salón de casa. Luego pueden ponerse otros rascadores verticales u horizontales más pequeños en sitios como la habitación del ordenador por ejemplo, la cocina o nuestro dormitorio. Si el rascador tiene juguetes colgando, también será un lugar de ocio aparte de lugar de descanso.

Como elementos opcionales, podemos poner baldas en la pared a distintas alturas para que el gato pueda subirse y dormir sobre ellas.

  • El gato necesita desarrollar sus habilidades de caza, siendo un gato doméstico alimentado, lo hará como parte del juego y tenemos que permitírselo para no generar problemas de ansiedad. Jamás debemos jugar con nuestras manos, pies ni ninguna parte de nuestro cuerpo, siempre debemos tener juguetes y no necesariamente comprados: pelotas de papel de aluminio, hojas de árboles secas, cajas de cartón con agujeros, un bol con agua y cositas flotando… si ponemos al gato elementos nuevos como juego lo agradecerá y pasará mucho tiempo jugando. En tiendas especializadas podemos encontrar juguetes como: ratones, juguetes de cuerda tipo caña de pescar (ideales para jugar nosotros con el gato), pelotas de goma, etc. Los juguetes para gato deben ser sobre todo ligeros, porque les encanta voltearlos por el aire y llevarlos en la boca de un lado a otro, darle patadas y correr tras ellos, como lo harían con un ratón de verdad.
  • Debemos dejar una zona de la casa únicamente como lugar para que el gato haga sus necesidades, donde colocaremos la bandeja de arena. Debe haber tantas bandejas de arena como gatos en la casa. El lugar donde colocar la bandeja de arena es muy importante, debe ser un lugar poco o nada transitado y lejos de ruidos (lejos de ventanas, lavadoras, etc.). El lugar ideal suele ser un baño de la casa.
  • Hay muchos tipos de bandejas para la arena, adaptados más al propietario que al gato. Las mejores bandejas suelen ser las que son descubiertas y con los bordes bajos, y cuanto más amplias mejor. El problema de estas bandejas es que siempre el gato suele tirar arena fuera, y que huele más la orina por lo que hay que limpiarlas más a menudo. Existen otro tipo de bandejas que son con cubierta e incluso con puerta, que no permiten que el gato saque tanta arena fuera, pero cuando hay problemas de micción o defecación en lugares indeseados, es de las primeras cosas que hay que cambiar. El gato se siente más cómodo si la bandeja es accesible y no tiene que “sortear obstáculos” para entrar. Importante: debemos retirar las heces a diario y cambiar por completo la bandeja de arena una vez por semana.
  • También hay muchos tipos de arena, pensados para evitar malos olores de la orina y su mayor absorción. Los gatos suelen responder bien a la sepiolita, la arena más común, pero luego tenemos arena tipo arena de playa con granos muy finos, bolitas de plástico, arena vegetal, etc. Podemos probar y quedarnos con la que nuestro gato prefiera. Las arenas perfumadas para los gatos no son muy agradables. También debemos evitar las arenas que generan mucho polvo, pues no son muy buenas para el gato.
  • Otra zona de nuestra casa debe ser acomodada para que el gato tenga su comida y agua, esta zona debe estar lo más lejos posible de las bandejas de arena. Si nuestra casa es muy grande o tiene varias plantas, debemos poner un bebedero por planta, o un par de bebederos para que el gato siempre los tenga cerca, y por supuesto el agua hay que cambiarla con frecuencia para que esté fresca y limpia. Sobre la comida, lo ideal es que el propio gato se administre, es por ello que recomendamos poner una tolva con pienso. Normalmente se suelen poner en la cocina.
  • Mucho cuidado con las ventanas. Si vivimos en un piso debemos tener especial cuidado, si queremos tener las ventanas abiertas debemos antes poner una red o malla protectora, pues nuestro gato querrá asomarse y corre el peligro de caerse. Es imprescindible que nuestro hogar sea seguro.

En resumen, debemos dividir nuestra casa en 3 partes:

  1. Descanso, vida social y juego, lugar que nosotros frecuentamos también.
  2. Aseo, un lugar apartado y tranquilo, de fácil acceso para él.
  3. Alimentación, lejos de la zona de aseo.

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