Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho

Fernando Belaúnde Terry

Fernando Belaúnde Terry

  • Nombre: Fernando Isaac Sergio Marcelo Marcos Belaúnde Terry
  • Periodo de presidente: 1963 – 1968 y 1980 – 1985

Fernando Belaúnde Terry nació en Lima, 7 de octubre de 1912, fue un arquitecto, estadista, político y presidente del Perú en dos mandatos no consecutivos: de 1963 a 1968 y de 1980 a 1985.

Nació en el seno de una familia aristocrática muy ligada a la política, hijo de Rafael Belaúnde Diez-Canseco y de Lucila Terry García, su bisabuelo el general Pedro Diez Canseco Corbacho había sido presidente interino en tres ocasiones y su tío Víctor Andrés Belaúnde Diez-Canseco un destacado político. Asimismo Fernando Belaúnde Terry fue tío de los políticos Víctor Andrés García Belaúnde, Raúl Diez Canseco Terry y del diplomático José Antonio García Belaúnde.

Acción Popular

El 1 de junio de 1956 Fernando Belaúnde Terry presentó su candidatua presidencial por primera vez. Era un joven aristócrata y carismático, un catedrático en la Escuela de Ingenieros del Perú. Era apoyado el Frente de Juventudes Democráticas que estaba integrado por discípulos suyos y por estudiantes de la Universidad de San Marcos. Su inscripción fue frustrada debido a la manipulación del gobierno de entonces presidido por el general Manuel Arturo Odría. Ante la negativa se originó una enérgica protesta del naciente grupo en las calles de Lima.

Primer gobierno (1963-68)

El 28 de julio de 1963 Fernando Belaúnde Terry juró como presidente constitucional del Perú. Políticamente contó con el apoyo del Partido Demócrata Cristiano liderado por Héctor Cornejo Chávez (quien después se pasaría al servicio de los militares golpistas de 1968).

Hombre de la Alianza para el Progreso, conservador de carácter, respetuoso de las libertades constitucionales y de expresión, honesto como pocos en la historia del Perú, Fernando Belaúnde Terry siguió una política moderada durante su primer gobierno y emprendió algunas reformas económicas y sociales, que sin embargo no contentaron, ni a las clases populares ni a la clase alta, quienes habían puesto gran expectativa en las promesas electorales del carismático arquitecto.

Su trabajo en la gran mayoría de los casos lleno de buenas ideas, grandes propuestas de modernidad y las mejores intenciones, fue obstaculizado constantemente en el parlamento por la oposición de los partidarios del general Manuel A. Odría (agrupados en la ultraderechista UNO) y del APRA; estos dos partidos, que años antes habían sido encarnizados enemigos, formaron la llamada COALICIÓN, poniendo en minoría parlamentaria a los representantes de los partidos de gobierno: Acción Popular y la Democracia Cristiana, que formaron la llamada ALIANZA. Estos factores, unidos a la indecisión y falta de autoridad de estadista, impidió la realización de importantes y urgentes reformas como la agraria, reclamada abiertamente por el APRA y los Partidos de Izquierda.

Durante el mandato de Fernando Belaúnde Terry se produjeron algunos levantamientos de campesinos en zonas andinas afectadas por la pobreza y la opresión de los terratenientes. También surgieron las primeras guerrillas de inspiración comunista. Una de ellas fue la de Luis de la Puente Uceda, quien después de entregar su hacienda Julcán a sus peones, se alzó en Mesa Pelada, pero fue debelado rápidamente por el ejército.

Asimismo, durante los primeros años de su administración, se vivió una época de notable bonanza económica, lo que se reflejó en la realización de una serie de grandes obras de infraestructura tendientes a mejorar la existente dejada por sus predecesores Manuel Odría y Manuel Prado, pero financiadas principalmente a base de créditos externos.

De sus viajes realizados antes de asumir la presidencia, Fernando Belaúnde Terry pudo recoger también datos sobre toda una gama de conocimientos y formas de interacción social ancestrales, practicadas en los pueblos que visitó, de esta manera pudo organizar las labores de gobierno que buscaban lograr el trabajo comunitario de los pueblos beneficiarios de la ayuda estatal, de allí que se consolida una oficina nacional llamada «Cooperación Popular» cuyos trabajos realizados en su mayor parte por pobladores guiados por oficiales del gobierno, los finalizaban acuñando la frase: «El Pueblo lo hizo», a modo de inculcar en el imaginario social, lo exitoso que podría ser el trabajo comunal debidamente organizado.

Durante este gobierno de Fernando Belaúnde Terry se acrecentaron las migraciones internas, del campo a la ciudad, especialmente en Lima, donde surgieron numerosos barrios marginales, que se denominaron después «pueblos jóvenes», que agudizaron el problema de la vivienda y aumentaron el índice de desocupación.

El golpe de estado de 1968

El jueves 3 de octubre de 1968, a pocos meses de terminar su gobierno, Fernando Belaúnde Terry fue derrocado por un grupo de militares de tendencia socialista, liderados por el general Juan Velasco Alvarado, en ese momento presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú, quien lo acusó de coludirse con los intereses del capital internacional y de no haber tenido la voluntad de realizar las reformas sociales que se consideraban necesarias. Días después, el 9 de octubre, Velasco, ya como jefe de gobierno, anunció en forma dramática que el ejército acantonado en Piura y al mando del general Fermín Málaga Prado ingresaba en esos momentos en Talara, asumiendo el control de la refinería, hasta entonces de propiedad de la IPC. Ese día fue designado como el Día de la Dignidad Nacional, que fue celebrado durante los años que duró el gobierno militar.

La «página once» fue el pretexto para el golpe; las razones verdaderas fueron evidentemente otras, pues se sabe que desde mucho antes que estallara dicho escándalo el grupo de oficiales del Ejército conocidos como los «coroneles nasseristas» venían planeando el golpe. Se ha teorizado como móvil importante el antiaprismo aun remanente entre los militares, pues se avecinaban las elecciones generales de 1969 en las que se vislumbraba el triunfo del líder aprista Haya de la Torre. Los militares nacionalistas, con Velasco a la cabeza, justificaron su levantamiento por razones de justicia social.

Fernando Belaúnde Terry fue deportado a Argentina, y en los siguientes años vivió en los Estados Unidos, trabajando como catedrático en las Universidades Johns Hopkins, Harvard, American, Columbia y George Washington. Para 1970, se casó legalmente en segundas nupcias con la joven dirigenta acciopopulista Violeta Correa que hasta ese momento se desempeñaba como su secretaria y asistente personal. Antes había estado casado con la señora Carola Aubry con quien tuvo tres hijos y de la que se divorció en 1963. En 1970 recibió en la Bienal de Rimini la medalla de oro por el proyecto de la Carretera Marginal de la Selva.

Segundo gobierno (1980-85)

Fernando Belaúnde Terry juramentó la presidencia el 28 de julio de 1980. Se pusieron grandes expectativas en este su segundo gobierno que se iniciaba. Se auguró una plena restauración democrática. En el parlamento, su partido, Acción Popular, hizo un pacto con el PPC, asegurando así una amplia mayoría parlamentaria, la que no había tenido durante su primer gobierno.

Fernando Belaúnde Terry cumplió una de sus promesas electorales: devolver inmediatamente los medios de comunicación expropiados por los militares a sus reales propietarios, poniendo asimismo fin a la censura. Mas no quiso revertir la expropiación de las tierras hechas al amparo de la reforma agraria (que había liquidado al feudalismo agrario en el país), presumiblemente para no ocasionar un estallido social en el campo.

Se rodeó de un equipo económico liberal, liderado por Manuel Ulloa, director del diario Expreso y ministro de Economía de su gobierno, que desplazó a varios de los antiguos dirigentes de Acción Popular. Las reformas económicas propuestas, sin embargo, no pudieron ser aplicadas en su mayor parte. Sin embargo, se construyeron otros grandes complejos de vivienda en Lima y en varias ciudades y se refaccionó la infraestructura urbana y rural en casi todo el país.

También Fernando Belaúnde Terry empezó a desmantelar el tinglado construido por el gobierno de Velasco, iniciado previamente por Morales Bermúdez, a excepción de las expropiaciones hechas a los terratenientes conocidos en su tiempo como «Los Barones del Azúcar».

Fallecimiento de Fernando Belaúnde Terry

El Presidente Fernando Belaúnde Terry falleció en Lima el 4 de junio del 2002 a causa de un derrame cerebral. Su entierro fue multitudinario: el gobierno del presidente Alejandro Toledo le rindió honores de Estado, ceremonia que contó con la presencia de destacados personajes de la política peruana, entre ellos, el ex-presidente Valentín Paniagua, su sucesor en la presidencia del Partido Acción Popular. Sus restos fueron sepultados en el Parque Cementerio Campo Fe de Huachipa, al este de Lima.

Fernando Belaúnde Terry ha pasado a la historia como un presidente honesto y respetuoso de las instituciones nacionales como lo reconocieron inclusive sus adversarios políticos. Las razones que confirmarían esta aseveración es que falleció sin haber afrontado un solo juicio por corrupción durante sus dos gobiernos no consecutivos; asimismo, sus ingresos y patrimonio personal se mantuvieron sin alteraciones al terminar sus dos mandatos y durante el tiempo que duró su retiro de la política.

Durante su vida, fue miembro del Club Nacional, del Club Regatas Lima, del Lawn Tennis de la Exposición, del Country Club y del Rotary Club.

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