Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho

Salineras de Maras

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Situado a 60 Km. (37 millas) y 7 Km. (4,3 millas) de Moray. En adición al pueblo colonial de Maras, destaca las Salineras de Maras a una distancia de 10 Km. del poblado de Maras (30 minutos en auto o a 2 horas a pie). Llamadas también Salinas de Maras. Son minas de sal cuya explotación es tan antigua como el Tahuantinsuyo. Los pobladores encauzan el agua salina que emana del suelo, de un ojo de agua denominado «Qoripujio» hacia pozas en las que, por efectos del sol, se evapora dejando en la superficie la sal que luego es tratada para venderse en el mercado local. La vista del conjunto de aproximadamente tres mil pozas es espectacular. Los pobladores muestran a los visitantes sus técnicas ancestrales y permiten que intervengan en la recolección.

Son cinco mil piletones de sal que nos trasladan por un rato a otro planeta. Están ubicados en Maras, un pequeño pueblo ubicado al oeste de Cusco, Perú en la ladera de la montaña Qaqawiñay, a 3.200 msnm.

Es posible recorrer las salineras de Maras y observar de cerca el trabajo de extracción, a fuerza de pico y pala. Raúl Atapaucar es el gerente de Marasal, cooperativa que nuclea a las 450 familias propietarias de los pozos, oriundas de Maras y del pueblo vecino de Pichingoto. «Los pozos son preincaicos y no se compran, se fueron heredando de generación en generación», cuenta. «El agua del manantial no tiene microrganismos, no viene del mar», asegura. También explica que no se sabe de dónde proviene el agua que baja de la montaña y alimenta los piletones a través de angostos canales. Cada tres días, dos trabajadores «regadores» regulan la cantidad de agua que entra a cada pozo: tapan o destapan la entrada con una piedra. El período de solidificación es de 30 días, cuando la sal es barrida y envasada en sacos de un quintal. Se extraen tres variedades: flor de sal (la más blanca y pura), que se saca de la superficie; luego la rosada, que tiene arcilla en su composición (famosa entre los cocineros del mundo), y por último la de uso industrial, la más oscura, y no es comestible. En las salineras hay tres almacenes donde le agregan sodio y yodo. El trabajo se hace sólo en época seca: de abril a octubre.

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