Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho

Sor Ana de los Ángeles Monteagudo

Sor Ana de los Ángeles Monteagudo

  • Nombre: Ana Monteagudo Ponce de León
  • Nacimiento: 26 de julio de 1602 Arequipa, Perú
  • Fallecimiento: 10 de enero de 1686 (83 o 81 años)
  • Padres: Sebastián Monteagudo de la Jara y de Francisca Ponce de León

Sor Ana de los Ángeles Monteagudo, es una beata peruana y religiosa dominica. Beatificada por el Papa Juan Pablo II en 1985. Es la primera beata arequipeña.

Biografía

Probablemente, nació el año 1602 tal como lo aseguran la mayoría de los historiadores. Así lo considera también la sagrada Congregación para las causas de los santos al referirse a ella. Sin embargo, es más difícil determinar la fecha de su nacimiento, ya que la sacristía de la catedral se incendió en octubre de 1620.

Muy pequeña fue a vivir en el monasterio de Santa Catalina, donde formó su profundo espíritu religioso. Sin embargo, un tiempo después regresó a su hogar por decisión de sus padres, quienes deseaban un matrimonio conveniente para ella, a pesar de que se perfilaba claramente su vocación piadosa. Finalmente, y venciendo muchos obstáculos, inició en 1618 el noviciado religioso y añadió a su nombre el apelativo «de los Ángeles». Desde ese momento vivió con entusiasmo el ideal de Domingo de Guzmán y Catalina de Siena. En 1647 fue nombrada Maestra de novicias y Priora, cargo desde el cual se dedicó a la reforma del monasterio. Su vida transcurrió entre la oración, el arduo trabajo apostólico, la serenidad y paciencia en los sufrimientos.

Últimos años de su vida

Los últimos años Sor Ana de los Ángeles Monteagudo la pasó en la oscuridad de la ceguera, tenía dificultad para caminar, pero jamás se quejó. Aceptó con humildad sus dolores y sufrimientos y se convirtió en modelo de entrega y de plena confianza en Dios.

La beata Sor Ana de los Ángeles Monteagudo murió en 1686 y no fue necesario embalsamar su cuerpo porque despedía un buen olor. Diez meses después su cuerpo fue exhumado y lo encontraron fresco, hasta con flexibilidad comprobada de los músculos y articulaciones y con un singular aroma.

Después de su muerte se reportaron numerosos casos de personas que por encomendarse a la intercesión de Sor Ana de los Ángeles o tocar alguna de sus reliquias, recibían la gracia de la curación. Esto motivó a las monjas catalinas a iniciar el proceso hacia los altares de la que podría ser la primera santa arequipeña.

Milagros

El 5 de febrero de 1981 el Papa Juan Pablo II, dio por válido el milagro atribuido a Sor Ana de los Ángeles Monteagudo. Obrado en favor de la señora María Vera de Jarrín, a la cual curó de un terrible cáncer de útero en tercer grado. La señora María Vera de Jarrín, madre de familia, nacida en Arequipa en 1886, fue sometida el 2 de noviembre de 1931 a un examen médico del útero, pues padeció frecuentes hemorragias. Como empeorara su salud, el 10 de marzo de 1932 fue sometida a una exploración más profunda en el Hospital Goyeneche. Abierta la parte inferior del abdomen, se descubrió, sin ninguna duda, un gravísimo tumor canceroso, que no sólo afectaba al útero sino que se extendía por toda la zona pélvica. No teniendo ninguna posibilidad humana de curación, los médicos omitieron todo tratamiento. No habían transcurrido dos días, cuando la enferma se sintió mejor. Su proceso de recuperación fue acelerándose, de tal manera que al cabo de un mes se la consideró apta para seguir cumpliendo sus quehaceres domésticos. Tres médicos, admirados por ello pensaron inmediatamente en una curación milagrosa. Lo mismo creyeron la enferma, sus parientes y amigos, quienes con indesmayable esperanza habían rogado a Sor Ana de los Ángeles Monteagudo su pronta curación. María Vera de Jarrín entregó su alma a Dios en el año 1966 sin tener ningún indicio de aquella maligna enfermedad.

Beatificación

La causa de santificación de Sor Ana de los Ángeles Monteagudo empezó el 16 de julio de 1686, seis meses después de su muerte. Cuando las religiosas catalinas presentaron una petición de santificación por la cantidad de milagros que se le atribuían.

En la visita que realizó el Papa Juan Pablo II al Perú en 1985 estuvo en Arequipa. Estando allí, beatificó a Sor Ana de los Ángeles Monteagudo el 2 de febrero de 1985. El Santo Padre pronunció estas palabras: «Hoy la Iglesia en Arequipa y en todo el Perú desea adorar a Dios de una manera especial por los beneficios que Él ha concedido al Pueblo de Dios mediante el servicio de una humilde religiosa: Sor Ana de los Ángeles Monteagudo».

Desde allí, se le celebra cada 10 de enero con serenata y fuegos artificiales en las vísperas y al día siguiente la misa de fiesta concelebrada por el Arzobispo de la ciudad y en la tarde, aproximadamente a las 4 p.m. la procesión por la principales calles del cercado de Arequipa.

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