Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho

Templo de San Blas

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Esta iglesia es una de las más antiguas de Cusco la cual se encuentra decorada con decenas de esculturas de madera, además de pinturas coloniales.

  • Dirección: Plaza San Blas s/n
  • Teléfono: (084) 246799
  • Email: [email protected]
  • Sitio web: www.cuscovirreinal.com

Horario de visita

  • Lunes a domingo: 10:00 am. a 06:00 pm.

Tarifas

  • Adultos: S/. 15.00
  • Estudiantes: S/. 7.50

Información

La primitiva capilla de San Blas levantada en una de las primeras parroquias del Cusco (primera mitad del siglo XVI, en 1562, erigida por disposición que hace cumplir el Corregidor del Cusco Polo de Ondegardo quien fue cronista, siendo Obispo del Cusco Fray Juan de Solano), capilla que luego se fue trasformando paulatinamente en una construcción mayor, que luego del terremoto del 31 de marzo del año de 1650 se convirtió en un templo importante que comenzó a ser decorado con suntuosas obras de arte.

El barrio está situado en el mismo emplazamiento del antiguo barrio inca de T’oqokachi. Su arquitectura es de nave corrida con planta de cruz latina, con una fachada simple y un campanario de espadaña. Guarda en su interior una rica colección pictórica donde sobresale la serie del autor cusqueño Fabián Pérez de Medina, sobre la vida y milagros de San Blas, obispo mártir. Además existen tres capillas con sus respectivos retablos, una sacristía, una capilla del Santísimo, un depósito, un retablo lateral, un retablo mayor, todos de estilo barroco, un coro alto con un barandal de cala acartonada.

Sobresalen dentro de este monumento, algunos valores artísticos como son un lienzo de la resurrección de Lázaro, obra del maestro Diego Quispe Tito y el mundialmente conocido púlpito de San Blas, tallado en madera de cedro cusqueño, realizado por un maestro indígena donde se aprecia una exquisita exornación que evidencia un profundo conocimiento teológico.

Dado que el autor se basó en las indicaciones del autor ideológico de esta obra, quien fuera el canónigo Juan Bravo Dávila y Cartagena, coetáneo de uno de los más ilustres escritores cusqueños, el canónigo Juan de Espinosa y Medrano. Su talla es de estilo barroco, vulgarmente mostrada como obra realizada en un solo tronco de cedro, más en realidad son una serie de piezas estaquilladas con espinas de gigantón (el conocido cactus San Pedro). Este púlpito al parecer llevó entre cinco y diez años crearlo, posee más de 70 figuras diferentes y se encuentra dividido en tres partes: la taza, el antepecho y el tornavoz.

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