Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho

Danza los negros de Malvas

Danza los negros de Malvas

La danza los negros de Malvas se representan en la capital del distrito de Malvas, provincia de Huarmey, Áncash, en las fiestas navideñas entre el 24 y 31 de diciembre.

La realización de la fiesta está a cargo de los llamados funcionarios o promesos que se encargan de los gastos y organización de la fiesta.

Los negros de Malvas son asistidos por el autor o autores de las canciones que entonarán  y monitorean el desarrollo de la danza junto a la mudatsikuq (encargada de vestir a los bailarines).

Los «negros» son varones de diversas edades y cuyo número fluctúa según el número de funcionarios con la realización de la fiesta.

Si en un año hay cinco funcionarios cada uno pone un «negro» y éste lleva un convidado, de modo que serán diez danzantes en total.

Son un promedio de doce a catorce «negros» cada año. Del número de promesos comprometidos en esta fiesta dependerá igualmente la cantidad de veces que esta danza sea representada. Asimismo, están las dos damas que en realidad son niños vestidos de mujer con trajes largos de seda, que evocan a la mujer local y que hacen las veces de acompañantes de los «negros», a quienes preceden con su canto.

El conjunto de los negros de Malvas baila de la siguiente manera:

Rompecalle: presentación de negros y damas, en señal de que se ha recibido el permiso municipal, danzando por las calles de Malvas y visitando a autoridades y promesos. El día 24 de diciembre comienza a partir de las tres de la tarde, con la procesión de la imagen del «Niño apay» (que sale de un nacimiento levantado en el lugar llamado «El Chorro»), la cual es llevada en andas hacia las autoridades, siendo acompañada por comparsas de «Pastorcillos», «los negros de Malvas» y público en general, así como por la banda filarmónica local, hacia la iglesia principal en la Plaza de Armas de Malvas.

Iglesia: acto de danza y de cantos de adoración al «Niño» dentro del templo. Estos cantos religiosos, más que villancicos, son relatos sobre acontecimientos relacionados al nacimiento del «Niño Dios», compuestos cada año especialmente para esta ocasión. En el paso de danza de esta estación, los danzantes se inclinan y cruzan los brazos sobre el pecho, hasta poner las manos en las axilas, sus movimientos laterales, de derecha a izquierda, son rítmicos y solemnes.

Cura: consiste en un homenaje al sacerdote que oficia la misa. Los versos están dedicados al sacerdote que celebra la ceremonia y en ese momento, los danzantes ejecutan sus movimientos de celebración con alegría.

Calle: momento luego de la misa en el cual, el cuerpo de baile sale a las calles de Malvas, con el paso de danza característico de este momento que es un pasacalle que ejecutan los danzantes en dos filas, cada una encabezada por una «dama». Aquí la danza es más ágil y responde al espíritu de los versos que se entonan, relatando eventos del quehacer diario de los pobladores de Malvas. En esta estación, se hace el recorrido hacia la casa de los promesos y de las autoridades locales.

Casa: tiene lugar en el domicilio del promeso del día, en donde las canciones de los «negros» tratan de acontecimientos de relevancia, tanto nacional como local. Los danzantes en este momento dan vueltas en círculo y al final ejecutan un zapateo exclusivo de este paso.

A continuación ocurren dos momentos seguidos, que son «Consecuencia» y «Chuscada». «Consecuencia» es un huayno instrumental con una sucesión de pasos elegantes, que se baila en círculo. «Chuscada» es un paso alegre y rápido, acompañado siempre con cantos y que es un preámbulo a lo que se ejecutará a continuación.

Obra: es el momento en que como referencia a los quehaceres cotidianos se ejecuta un conjunto de figuras con los personajes ordenados en hileras y rondas.
En este momento se representan todas las actividades cotidianas de los malvasinos, en un total de treinta y ocho escenas, cuya representación llega a durar alrededor de dos horas. Este momento es especialmente celebrado por el carácter jocoso de la representación de actividades, como el corte de pelo o la visita al dentista.

Marcha es la estación que consta de dos momentos siendo llamada también «Dos marchas». En el primero se representa la leva o reclutamiento forzoso, en que los niños presentes personifican a los nuevos reclutas; una vez incorporados a la tropa, simulan aprender a marchar con gran fervor patriótico, siguiendo la respectiva tonada marcial. En el segundo, se parodia una corrida de toros, para adecuar esta representación al espacio de una casa se valen de todos los elementos a mano, los «negros» montan en palos de escoba a modo de caballos para representar la entrada de los capitanes al coso taurino, otros representan a toros y toreros en acto de rodeo, desde el capeo hasta el sacrificio del toro, al compás de una tonada denominada «toril».

Culminando la visita al promeso, los «negros» se ponen a bailar con todos los presentes.

El 31 de diciembre, los «negros» vuelven al templo para «el despedimiento», momento en que al interior de la iglesia, con canto y baile hacen acto de despedirse del «Niño Dios» hasta el próximo año.

En ocasiones, si el número de promesos excede el de días de fiesta, este acto de despedida se realiza el primero de enero.

La vestimenta de los personajes masculinos de la danza los negros de Malvas consta de pantalón de vestir azul o negro, camisa blanca o de color claro, chaleco negro, calzado de cero, máscara de cuero negro. Se adornan con dos bandas anchas cruzadas sobre el pecho, orladas con flecos, monedas, bordados y alhajas doradas y plateadas. En el caso de la procesión del «Niño» o «Niño apay», las bandas son de fondo blanco, mientras que para los días siguientes son de fondo azul, rojo o quinda. Dos pañoletas de colores van amarradas en la cintura, llevan además en cada brazo tres rosones hechos de pana que asemejan a grandes flores.

Los «negros» portan una campanita en mano que marca el compás de los diversos pasos y un chicotillo o en su defecto una pañoleta en la otra mano. Completa su atuendo un sombrero negro de lana.

Los niños que representan a los personajes femeninos o «damas» lucen un vestido de seda largo, con encajes, guantes, medias y zapatos blancos.

La música de los negros de Malvas es interpretada por un violín y arpa.

La danza los negros de Malvas ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Nación» a través de la Resolución Ministerial Nro. 023-2013-VMPCIC-MC, el 19 de marzo de 2013.

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