El juego de cartas ‘21’, la historia del actual blackjack en Perú
El ‘21’ es un juego de cartas muy habitual y ya tradicional en nuestro país. En muchas zonas de América Latina se le conoce por el número de puntos que debe tratar de alcanzar el jugador, mientras que en el resto del mundo desde hace ya algún tiempo se ha hecho muy popular con el anglicismo de ‘blackjack’. El objetivo, como refleja su nombre en español, es conseguir que la mano de cartas sea más alta que la que juegue la banca o el crupier, pero con el único condicionante de que no supere en ningún caso el valor total de 21 puntos. Si esto sucede, el turno se saldará sin premio.
Como muchos ya conocerán, no es una práctica en la que los contrincantes sean los demás jugadores con los que se comparte mesa. Solo hay un oponente y este es la banca, representada por un crupier. Todo el poder recae ante esta persona que, más allá de dirigir la sesión y repartir tantas cartas como se le pidan, será quien con sus manos determine si el turno termina con premio o sin él. Así pues, la presencia del factor humano es fundamental en esta actividad y, en los tiempos actuales, esto también se deja ver en la digitalización de todos los pasos de la partida.
Aprovechar el salto al mundo digital
Con la migración de las actividades propias del casino a las pantallas, el blackjack se ha reinventado y vive un momento de clara expansión. Ahora está disponible en todos los dispositivos inteligentes existentes, desde la computadora al celular, y presenta partidas de un modo más innovador a lo que lo hacía en los inicios de la red. Un ejemplo de ello son las partidas en vivo, que permiten a los usuarios seguir en tiempo real aquello que está sucediendo al otro lado de la pantalla; o el hecho de contar con un crupier real repartiendo las diferentes cartas y guiando la sesión.
Lejos de caer en la simplicidad y simplemente llevar una práctica tradicional a las pantallas más populares del momento, se ha hecho un gran esfuerzo en reinventar el contenido y hacer que la experiencia sea lo más parecida a la de los salones de juegos físicos de antaño. El hecho de contar con tecnologías que permiten la emisión y el consumo en vivo de contenidos audiovisuales o seguir apostando por el factor humano como hilo conductor de todo el proceso es clave. Otro ejemplo de ello es la gran oferta en cuanto a las modalidades que se encuentran disponibles en un solo clic.
Las modalidades clásicas, de gran popularidad
Como suele suceder con toda actividad tradicional migrada a internet, desde el turismo hasta el entretenimiento, se presenta con muchas modalidades que van desde lo más clásico hasta las últimas novedades tecnológicas. En el caso del blackjack, en territorio peruano, las que más interés despiertan siguen siendo las más tradicionales, aquellas variantes que ya se practicaban hace algunos años en las sobremesas con amigos o en los locales físicos. Podemos destacar la clásica, pero también es de especial mención la europea y la americana.
Empezando por la clásica, las principales características son que el crupier inicia la partida con solo una carta y que el jugador puede recuperar la apuesta en caso de que este saque blackjack. Así pues, si se es derrotado con la suma de un As y un 10 o figura, se recupera la inversión.
En cuanto a la modalidad europea, el funcionamiento es un poco diferente y, para algunos, de mayor complejidad. El crupier se reparte una carta a sí mismo y juega la segunda después de que el resto de participantes haya realizado sus apuestas. De este modo, estos últimos juegan sin la ventaja de saber si se enfrentan o no a un blackjack.
Y terminamos con la versión americana, de gran popularidad en internet. En esta variante, el crupier muestra su primera carta. Si cuenta con opciones de hacer blackjack, destapa la segunda. En caso de conseguirlo, la partida se termina; pero en caso contrario, será el turno de los jugadores.