El Monstruo de Canuja (petroglifo)
El Monstruo de Canuja, también conocido con el nombre de monolito de El Toro, es un petroglifo ubicado en la provincia de Satipo, departamento de Junín, en el centro del Perú. Fue descrito por primera vez al mundo occidental por parte de Federico Kauffman en 1993.
Con más de 3500 años de antigüedad, El Monstruo del Canuja, es el único monumento lítico que hay en la Selva Central del Perú. Se ubica en la comunidad asháninka Buenos Aires en el distrito de Río Tambo – Satipo, muy cerca de la ciudad de Atalaya – Ucayali. Lo misterioso del lugar es que alrededor del monolito no existe otra roca de la misma magnitud, ni con las mismas características, simplemente se encuentra rodeada de abundante vegetación. Cuenta con figuras talladas en todo el cuerpo y tiene mucho que ver con las antiguas civilizaciones incas y preincas. En el cuerpo tiene signos aún no descifrados.
Otros nombres
También es llamado por los siguientes nombres: Tigre de Piedra, Toro echado.
Resumen
Historia del Monstruo de Canuja
En 1995 esta piedra alcanzó mucha importancia y fue visitada por el arqueólogo peruano Federico Kauffman, con otros estudiosos nacionales y extranjeros, quienes confirmaron su procedencia Pre-incaica, los signos son puntos de orientación que señalan directamente al Cuzco, capital imperial (y otras observaciones de carácter eminentemente científico) entre los signos tallados una cruz, una equis, tres figuras del sol, una mano humana del lado izquierdo, hendiduras en diferentes partes del cuerpo que tiene mucha similitud a vestigios de la cultura Chavín y fue tallado en señal de riqueza.
Según Federico Kauffmann Doig, habría sido tallada por alguna antigua cultura amazónica, probablemente proto Chavín. Esta afirmación daría fuerza a la teoría autoctonista de Julio C. Tello que plantea el origen amazónico (arawak) de la cultura chavín que, según Tello fue la cultura matríz que se difundió desde la vertiente oriental de los Andes hacia la costa.
Estado de conservación
Este sitio arqueológico sufrió saqueos y robos, además las constantes lluvias que caen en la zona erosionan y destruyeron restos arqueológicos alrededor de El Monstruo de Canuja. El sitio también fue incluido como punto turístico cultural del departamento de Junín por el gobierno peruano.