No sin mi mascota
Los que compartimos nuestro día a día con una mascota sabemos lo gratificante que resulta su compañía. Está científicamente demostrado que la compañía de estos peludos aporta innumerables beneficios para nuestra salud. Y puesto que forman parte de nuestras vidas, deseamos que se involucren en ella a todos los niveles y no sólo en casa, o en el parque, o durante las caminatas diarias.
Los perros son animales gregarios a los que les gusta (¡y necesitan!) formar parte de una manada. En este caso una manada formada por humanos. Por ello se sienten inmensamente felices cuando están cerca de nosotros, de la misma manera que nosotros también nos sentimos mejor con ellos a nuestro lado. En Portal de Perú somos conscientes del increíble vínculo que se crea entre humano y animal.
Por eso mismo, de un tiempo a esta parte se aprecia un cambio en la sociedad: ahora los perros son cada vez más aceptados y están mejor integrados en ella. ¡Y no nos limitemos a ellos! De un tiempo a esta parte funciona a las mil maravillas el revolucionario café de gatos (el primero se abrió en Taiwán en el año 1998, y en 2004 lo hizo con gran éxito otro en Osaka), un local en el que se disfruta de la presencia de varios felinos, con los que jugar y a quienes acariciar y cuidar, mientras se toma algo. Tanto se está hablando de él que en Europa ya hay tres cat cafe: un en Viena (2012), otro en París (desde septiembre de 2013) y otro en Madrid (que abrió sus puertas en octubre de 2013).
Pero aún nos queda mucho camino por recorrer, tanto por parte de unos como de otros. Si bien es cierto que a quienes tenemos perro nos encantaría poder entrar en cualquier lugar acompañado de nuestro peludo amigo, hemos de ser conscientes de que en varios sitios su entrada está prohibida, y que su presencia puede llegar a hacerse molesta para quien está a nuestro alrededor. Y de que esto puede ocurrir en espacios cerrados tanto como en la calle. Muchas personas se muestran además poco receptivos (en ocasiones intransigentes) por experiencias pasadas con propietarios poco cívicos, o simplemente porque no les gustan los perros, y acaban considerando que mascotas y dueños son los causantes de gran parte de los problemas de la humanidad. Y aquí es cuando se usa el ya conocido y habitual dicho: ‘pagan justos por pecadores’.
Pero es que todos tenemos que poner de nuestra parte; en primer lugar los propietarios: tenemos que controlar siempre a nuestro perro. Nosotros somos los responsables de todo lo que haga: podemos considerar inofensivo que ‘salude’ a una persona y le olisquee la mano. Pero esa persona puede tener algún tipo de fobia, alergia o simplemente se puede sentir incómoda… Por otro lado, y aunque a estas alturas parezca obvio decirlo, estamos obligados a recoger los excrementos de nuestro perro en la vía pública. Y sí, parece obvio, se repite hasta la saciedad y los ayuntamientos sancionan la no recogida,… ¡Pero sigue habiendo ‘regalitos’ por nuestras calles! Así que, a los señores propietarios de perros que no recogen las ‘caquitas’ de sus perros: ¡Seamos cívicos, por favor!
En definitiva, debemos tener presente siempre que hay que respetar a quienes no sienten lo mismo que nosotros por los perros. Lo que a nosotros nos puede resultar habitual y lo más normal del mundo, puede no serlo para otra persona de pensamientos o sentimientos distintos.
Por su parte, esas personas que no tienen perro, a quienes no les gustan (cosa perfectamente respetable y entendible) y que parece que se han olvidado de la tolerancia (sí, eso que últimamente escasea en nuestra sociedad) también tienen deberes. Tratan a todos los propietarios de perros generalizando y tratándolos por igual en base a comportamientos poco cívicos de una minoría. Y por favor, no generalicemos. Seamos tolerantes y tratemos de aprender a convivir con los animales que nos rodean. La Tierra no es propiedad exclusiva de los humanos (aunque lo parezca y algunos así lo crean).
Es importante que los dueños o futuros dueños de perros sepamos que los perros no vienen enseñados nada más nacer. Es muy importante la educación de nuestras mascotas para que puedan convivir en nuestra sociedad sin causar problemas. El adiestramiento canino nos podrá ayudar en esta tarea que no siempre es sencilla. Repetimos: los perros, como los humanos, no nacen enseñados.