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Cómo elegir la comida de mi mascota

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Hoy en día, puede uno tener una mascota y ser un auténtico profesional en cuanto a su cuidado. Se ha avanzado muchísimo, el mercado se ha especializado y de qué manera, y ahora puede uno hacerse con productos prácticamente personalizados para su compañero cuadrúpedo. Sin ir más lejos, no son pocas las marcas que, aprovechando la condición de omnívoros de los perros y los gatos, ofrecen menús muy concretos para determinadas edades, pesos o incluso razas, por lo que si se apuesta por el alimento seco (en detrimento de la dieta BARF o similar), se puede hilar muy fino. Tanto, que a veces puede ser un dolor de cabeza. Todo lo que sigue son elementos que pueden ser relevantes a la hora de elegir correctamente el alimento (seco) para vuestra mascota:

Energía

Una de las claves para que el perro reciba una correcta alimentación pasa por satisfacer sus necesidades energéticas y proteicas diarias, que se calculan mediante la energía metabolizante con el fin de obtener un estado óptimo de su cuerpo. Por supuesto, eso significa que cada animal tendrá unas necesidades distintas en función de su raza y la cantidad de ejercicio que realice. Y hay que andarse con ojo, puesto que normalmente los piensos comerciales aportan mucha (demasiada) proteína, y una mala combinación proteína-energía puede dar pie a problemas de hígado y riñones, así como a un empeoramiento de las deposiciones.

Estado físico

La apariencia óptima de vuestra mascota pasa por un cuerpo sano, atlético. Es decir, que no se le vean las costillas, pero sí se le puedan palpar con los dedos al acariciar su cuerpo. Tanto para ese estado físico, como por debajo (que se le vean las costillas, o peor aún) o por encima (exceso de peso o directamente obesidad) del mismo, hay cantidades y variedades de pienso distintas. Y es que el peso en sí del animal es un factor fundamental a la hora de elegir su comida. Tanto el actual como el que se desea obtener. Cabe recordar que todos los piensos llevan una tabla de raciones diarias que hay que consultar, para adaptar las cantidades diarias en relación al producto y a las necesidades energéticas del animal (por ejemplo, si se trata de piensos de alta gama, la cantidad a servir es menor, puesto que la mascota saca más partido a lo que ingiere).

Edad

Un cachorro cuenta con unas necesidades bien distintas de las que puede requerir un perro ya más crecidito (entre uno y cinco años, por ejemplo); que a su vez son distintas de las que convendrán una mascota madura, y que también diferirán de las de una ya senior (edad que tendemos a ver muy lejana en el tiempo; pero un perro empieza a considerarse como senior ya desde los siete años, en lugar de los diez o más que solemos tener en cuenta). Hablamos de exigencias energéticas, así como digestivas o de cuidados de toda índole (pelaje, huesos, articulaciones…), y por ese motivo se dispone en el mercado de una gran cantidad de variedades centradas en uno u otro rangos de edad.

Problemas de salud específicos

Además de cuestiones genéricas, es más que normal toparse con casos de salud delicada, cuyo cuidado pase también por una alimentación correcta. En caso de perros, suele ser habitual encontrarse con problemas dermatológicos, de obesidad, articulares y gastroentéricos (mientras que en un gato podemos toparnos con patologías urinarias o, también, de obesidad). Según el caso, los diferentes piensos se amoldan a tales necesidades mediante un aporte extra de determinadas vitaminas, una variación de la cantidad proteica, o bien recurriendo a ingredientes cuyas propias características puedan ayudar a uno u otro caso.

Perras reproductoras

Otro caso más, ahora de interés específico para criadores (puesto que, como bien sabéis, la venta particular es ilegal y la monta de mascotas por parte de no profesionales moralmente reprobable): durante las nueve semanas de gestación, y durante los dos meses (más o menos) de la posterior lactación, se deberán tener en cuenta sus diversas y muy exigentes necesidades fisiológicas y energéticas. Incluso el número de cachorros (así como peso y edad de la madre) será fundamental a la hora de tener bien alimentado al animal.

¿Y tú que opinas?

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