Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho

Consejos para ser mejores propietarios de perros

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Es muy posible que ya seas el compañero perfecto para tu perro, que lo alimentes, que cubras todas sus necesidades, que te sepas comunicar con él y entender su existencia perruna.

Pero quizás hay cosas en las que debes mejorar y a continuación te ofrecemos unos cuantos consejos para ser el compañero perfecto. ¿Estás listo? ¡Pues adelante!

Mantén siempre a tu perro controlado

Ten en cuenta que hay mucha gente que no se siente cómoda con los perros; les tienen miedo e incluso en algunos casos, fobia. Desgraciadamente, propietarios incívicos y perros no educados pueden conllevar a que se prohíba la entrada de perros en algunas zonas donde nos gustaría estar con nuestro peludo amigo.

La correa es tu mejor, más barato y efectivo aliado para evitar situaciones complicadas o incluso peligrosas con personas a las que no les gustan los perros o con otros perros. No vale aquello de: “No te preocupes, no hace nada”, “Es muy dócil”, “Sólo quiere jugar”… A la persona que no le gusta los perros no le importan este tipo de afirmaciones.  

Además es muy importante tener en cuenta que un perro atado puede reaccionar de forma agresiva si se le acerca un perro sin atar (aunque este último “No haga nunca nada”) y es muy posible que ese perro vaya atado debido a algún tipo de problema de comportamiento.

Pero incluso si van atados, los perros no tienen por qué saludar a todos los humanos y perros con los que se crucen. Mantén a tu perro a una distancia prudencial de las persona y de otros perros que no conozcas. Además si un perro va atado pero está fuera de control y es más fuerte que su portador se puede crear situaciones peligrosas. El perro deberá estar educado y su portador deberá saber qué tiene entre manos y saber reaccionar.

Si tu perro está suelto en áreas abiertas donde esté permitido o bien en ocasiones hagas “oídos sordos” a la normativa en los parques públicos, el propietario debe asegurarse de que su perro no se acerca a otras personas, perros u otro tipo de animales. Cuando te cruces con otras personas o perros (atados o no) llama a tu peludo amigo para que se quede a tu lado hasta que la otra persona (con perro o sin él) pase y se aleje.

Está en nuestras manos crearnos una buena reputación y ser cívicos para ganarnos el respeto de los demás.

Recoge los excrementos

Este es uno de los aspectos más importantes y básicos para una tenencia de perros responsable. Siempre debemos recoger los excrementos de nuestro perro. No vale lo de de: “Es que me he despistado y no me he dado cuenta…”.

Por otro lado es muy recomendable fijarnos donde nuestro perro hace “popó”. Es posible que se trate de un jardín privado y al dueño no le haga mucha gracia, aunque después lo recojamos…

Cuando recojamos los excrementos lo deberemos de hacer con una bolsa que luego cerraremos bien y depositaremos en cualquier papelera o contenedor de basura. Ten en cuenta que la «caca de perro» no va al contenedor de residuos orgánicos. Se debe tirar en el contenedor de residuos no reciclables.

Para finalizar, en el caso de perros macho, es muy importante seguir la regla de “no orinar en superficies u objetos creados por el hombre”. Si el perro orina en señales, papeleras, buzones, coches, motos o cualquier estructura u objeto público o privado estaremos siendo incívicos y desconsiderados hacia el resto de ciudadanos.

Vigila los ladridos

Los perros ladran por muchas razones, pero es responsabilidad nuestra controlar su ladrido como parte muy importante de una tenencia responsable.

Si dejas a tu perro solo en casa es muy recomendable preguntar a los vecinos si ladra cuando se queda solo. Así evitaremos denuncias y problemas con ellos. Además este tipo de problemas son los que luego hacen que las comunidades de vecinos sean reacias a que se tengan perros en los pisos.

Si tu perro ladra en exceso cuando lo dejas solo o sufre ansiedad por separación consulta con un profesional para poner remedio lo antes posible a este comportamiento.

Si tienes un jardín y tu perro ladra cada vez que pasa alguien por la calle trata de evitar que tenga acceso visual a lo que ocurre en ella. En general, evita cualquier estímulo que desencadene el ladrido del perro. Si esto ocurre y estás en casa trata de desviar su atención hacia otra actividad. Si cuando ladra tú también gritas ¡CÁLLATE! entonces pensará: “¡Qué bien, ahora todos ladramos!»

Educa a tu perro

Sabemos que quieres a tu perro como un miembro más de la familia, pero quererlo no significa que pueda hacer lo que quiera. Los perros deben tener reglas y límites. En casa y fuera de ella. De este modo nos evitaremos pronunciar la embarazosa frase: “Es que siempre lo hace…”.

Nuestro perro no debe saltar sobre las personas, debe ser respetuoso con las visitas… en definitiva, debe ser educado con las personas. Si nuestro perro se sobreexcita con las visitas debemos hacerlo sentar y premiarlo cuando esté tranquilo. Si le gusta jugar con sus juguetes, enséñale a coger un juguete con la boca. Los perros que tienen algo en la boca tienden a saltar menos.

Cuando las visitas ya estén dentro de casa debemos hacer que el perro se quede en su cama (sentado o tumbado). Luego, si a las visitas les gustan los perros y quieren interactuar con él permítele que vaya con ellas. Si por el contrario las visitas no te dicen nada cuando dejas al perro en su cama, probablemente agradecerán que se quede ahí.

Educar a nuestro can nos permitirá disfrutar de una mejor interacción con él y nos ganaremos el respeto de los demás. Y sí, es necesario invertir tiempo y esfuerzo, pero valdrá mucho la pena. Tal y como sucede con los niños, los perros no nacen enseñados ni educados. Su educación es nuestra responsabilidad puesto que dependen de nosotros y de esta forma seremos todos mucho más felices.

¿Y tú que opinas?

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