Cultura Lambayeque
- Cultura: Cultura Lambayeque.
- Cronología: 700 dc. – 1375 dc.
- Periodo: Intermedio tardío
- Ubicación: Se desarrolló en el valle de Lambayeque, costa norte de los Andes centrales del Perú.
La Cultura Lambayeque o Sicán es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se manifestó entre los siglos VIII y XIV dc. ocupo el territorio costeño que corresponde al actual departamento de Lambayeque, llegando a su apogeo entre los siglos X y XI. Esta cultura se formó tras el declive de la Cultura Mochica, asimilando gran parte del conocimiento y tradiciones culturales de esta.
Destacaron en arquitectura, e incluso llegaron a ser grandes navegantes. Si los Moches asombraron con la belleza de sus joyas y su ingeniería hidráulica, los de la Cultura Lambayeque sorprenden aún más con sus aleaciones, sus finos acabados y sus enormes sistemas de irrigación. Aunque no lograron el tamaño de los moches, ni su complejidad política, no cabe duda que en estas artes fueron sus discípulos predilectos.
Ejemplares emblemáticos del arte Lambayeque son el tumi o cuchillo ceremonial de oro y la máscara funeraria de oro. Es de destacar también la tumba fastuosa del llamado Señor de Sicán, descubierta en la Huaca del Loro, en Batán Grande.
Resumen
Etapas de la historia
El arqueólogo japonés Izumi Shimada, que estudió esta cultura durante varios años, ha dividido la historia de la Cultura Lambayeque (o «Sicán» como prefiere denominarla) en tres etapas:
Sicán fase temprana (750-900)
Es una etapa poco conocida, porque los objetos arqueológicos (cerámica, textiles, arquitectura) son escasos. Está asociada a la fase final de la Cultura Mochica y a la gran influencia de Wari. Estas evidencias indican que Lambayeque estaba todavía en plena formación y muy susceptible a las influencias externas.
Sicán fase intermedia (900-1100)
En esta etapa Lambayeque se unificó y fue adquiriendo una identidad cultural propia. Se estableció una capital en el complejo Batán Grande, liderada por reyes-sacerdotes (teocracia) que difundieron el culto al dios Sicán (Luna). La leyenda de Naylamp explicaría esta etapa. Es un período de apogeo, de donde provienen los suntuosos enterramientos de gente rica que has sido develados por los arqueólogos, como la tumba del Señor de Sicán (hallado en la huaca del Oro), cuando se desarrolla el comercio y construye el sistema de irrigación que conectó los valles lambayecanos.
Sicán fase tardía (1100-1375)
Es la etapa de decadencia y final. Batán Grande sufrió un gran incendio que coincidió con un periodo de sequías; los pobladores, hartos de tributar a los reyes-sacerdotes, se trasladarían a la ciudad de Túcume, renegando del culto al dios Naylamp. Finalmente serían conquistados por el rey Chimú (Chimú Cápac), quien los convirtió en provincia de su reino (1375). La parte final de la leyenda de Naylamp trataría de explicar esta última etapa.
Económica de la Cultura Lambayeque
Su base económica de la Cultura Lambayeque estuvo ligada a la construcción de grandes complejos hidráulicos, obras que en su mayoría requirió de un gran despliegue de fuerza de trabajo. Construidas con la finalidad de llevar agua hacia los campos de cultivo ubicados en las laderas del río como el de La Leche y otros.
En su actividad económica se dedicaron prioritariamente a la agricultura, pesca y artesanía (arquitectura, cerámica, metalurgia, textilería y comercio).
Emplearon para el mejor cultivo de plantas, un sistema hidráulico consistente en represas, canales acequias, etc. Y abono de guano de las aves marinas; lo que les permitió ir ganando tierras cultivables a los desiertos norteños, ya que contaba con el inmenso mar costeño.
Tuvieron 6 canales trascendentes (Taimi, Racaruni, Chanane, Cumperlate, Chumbinaque y Talambo). Por medio de los cuales, unieron hidráulicamente a muchos valles en una longitud de 100 km y cultivando un área cultivable de 10,000 hectáreas. La actividad mercantil no fue muy intensa, limitándose al intercambio de algunos productos en la región.
Arquitectura
Los de la Cultura Lambayeque construyeron grandes complejos monumentales en donde residían los reyes-sacerdotes, se dirigía el culto religioso y se administraba la economía. Por el tamaño y la inexistencia de barrios populares, algunos estudiosos prefieren considerarlos centros ceremoniales y no ciudades (el pueblo vivía en su inmediaciones y sólo ingresaba para pagar tributos u ofrendar a los dioses).
Eran complejos llenos de pirámides, hechas de ladrillos de adobe, todas truncas (sin vértice ni punta, igual que las Mochicas). Debido a las lluvias torrenciales, que caen de tiempo en tiempo, y a la acción de los inescrupulosos huaqueros (ladrones de tumbas antiguas), muestran poco de su antigua imponencia arquitectónica (están muy deterioradas). Los principales son los siguientes.
Naylamp y su séquito trajeron conocimientos arquitectónicos que los plasmaron en la Huaca Chotuna a 6 km de Lambayeque en donde el monumento principal (piramidal) es de 15 m de altura de adobe, tiene decoraciones semejantes a la Huaca del Dragón.
Batán Grande
Se le considera la capital de Lambayeque durante la etapa Sicán Medio. Está integrado por 17 pirámides, superiores a los 30 m. de altura, entre las cuales destaca: Huaca Loro, Huaca las ventanas, Huaca La Merced, etc. No sólo sirvió de lugar de culto religioso, adonde afluyeron miles de peregrinos por su prestigio como centro ceremonial, sino también de importante centro administrativo, que permitió a los reyes-sacerdotes afianzar su poder.
Túcume
Capital de Lambayeque durante la etapa Sicán Tardío, al igual que en el caso anterior, cumplió una importante función administrativa, aparte de la religiosa. Se encuentra a 10 km al sudoeste de Batán Grande, en un lugar estratégico, por estar ubicado en la confluencia de dos ríos, Lambayeque y La Leche, decisivos para la economía agrícola del reino.
Apurlec
Este complejo es considerado uno de los más grandes del antiguo Perú y el que más puede aproximarse a la categoría de ciudad. Es notable por sus pirámides, depósitos y extensas calles, así como por sus canales y campos de cultivo en áreas anexas, lo cual indica que fue un importante centro de producción y distribución agrícola (más que ceremonial, como lo fueron los dos anteriores).
Cerámica
A diferencia de los Mochicas, los de la Cultura Lambayeque se caracteriza por utilizar colores sobrios u oscuros, como el negro y gris, con un acabado similar al metal; aunque también hay colores «apastelados», como crema y naranja. Se encuentra con frecuencia la imagen de Naylamp, que también vemos en la orfebrería, así como un pequeño adorno: la escultura de un «simio agazapado».
Los trabajos se caracterizan por tener base en forma de pedestal (es decir, una base alta y circular), un cuerpo globular, picos largos y cónicos y asa en forma de puente. La forma más conocida es el llamado Huaco Rey, de forma globular con pedestal y con un sólo pico largo.
Tenemos otras características:
Shimada en 1985 caracterizó cronológicamente a esta cerámica en 3 períodos:
- El Sicán antiguo (750 – 900) caracterizado por la fuerte influencia de estilos foráneos como Cajamarca Medio y Wari/Pachacámac. Constituye una fase de transición entre el fin del Moche o el surgimiento de Sicán.
- El Sicán medio (900 – 1100) época que decae Wari, la cerámica de este período con el símbolo del señor Sicán, se ha encontrado desde Ancón y Pachacámac hasta la Isla de la Plata cerca a Guayaquil.
- El Sicán tardío (1100 – 1375) la cerámica presenta un bruñido perfecto, negro oscuro y negro manchado. Expresiones de ambos estilos se debían a que la mayoría de la cerámica de Lambayeque es negra como la Chimú (la zona fue conquistada y anexada a la Cultura Chimú).
Pinturas murales
En muchos monumentos arquitectónicos se pueden apreciar pinturas murales. Lamentablemente, muchas de estas pinturas están deterioradas por los estragos del clima y la acción destructora humana. No obstante, en la Huaca Chornancap, en Lambayeque, encontramos paredes que reflejan temas relacionados con la agricultura y las cabezas trofeo. También en la Huaca del Oro, del complejo Batán Grande, se descubrieron en 1953 restos de un relieve pintado de rojo, amarillo y azul. Igualmente en Túcume, en su sector noreste, se desenterraron relieves planos con pintura que representan aves estilizadas. En la Huaca Chotuna también se pueden ver decoración en relieve que representan a aves marinas volando o en picada. En 1983 Walter Alva y Susana Alva descubrieron un mural en Úcupe, en el valle de Saña.
Metalurgia
El empleo de metales provenía de la tradición Mochica, que en Lambayeque se perfeccionó con un mayor dominio técnico y nuevos estilos. Cubrieron todo el proceso metalúrgico, desde la extracción del metal (de las minas) hasta la preparación de aleaciones, y en esto último, precisamente, superaron a sus antecesores mochicas.
Religión de la Cultura Lambayeque
De esta Cultura Lambayeque se extrae un mito que trata sobre un dios (La leyenda de Naylamp) que proviene de tierras lejanas a través del mar para fundar a los Sicán. Este mito seguía vigente a la llegada de los españoles, y fue recogido por el cronista Miguel Cabello de Balboa. La divinidad principal era el hombre de ojos alados protagonista de unas hachas rituales (Tumis), trabajos de orfebrería. Se piensa que esta divinidad tan recurrente en los cerámicos es el señor Naylamp fundador mítico de esta cultura.
Últimos hallazgo
En agosto de 2012 se dio a conocer un hallazgo en la Huaca Chornancap: la tumba de la que se presume sería una joven sacerdotisa, con ornamentos de oro, plata y cobre.
En julio del 2013, trabajadores de Odebrecht para el Proyecto Irrigación Olmos, encontraron por primera vez vestigios de entierros a modo de sacrificios humanos y quemas de ofrendas ante la presencia de fenómenos naturales que destruyó sus cultivos. La zona de los hallazgos está ubicada a solo 300 metros de Olmos. Se trata de 15 ceramios y 11 esqueletos humanos de hombres, mujeres y niños. La zona de Olmos es considerada como fronteriza de la expansión de los Sicán.