Diez curiosidades sobre tu mascota que quizá no sabías
Resumen
1. Tu perro es tan listo como un niño de dos años
¿Sabes por qué tu hijo y tu perro se llevan tan bien? ¡Porque hablan el mismo idioma! En realidad, entienden más o menos el mismo número de palabras y gestos: unos 250.
2. Gatos y perros beben igual
¿A qué jamás lo dirías? Ves cómo bebe uno, tan pulcramente, y como lo hace el otro, que es un caos… y sin embargo, los dos animales de compañía por excelencia recurren a la misma táctica consistente en doblar la lengua y aspirar el líquido elemento en forma de columna hacia su boca.
3. El perro es consciente del paso del tiempo, y te echa de menos
Cuántas veces se oye eso de mí perro es el más listo: parece que sepa exactamente cuándo le toca comer y cuándo pasear. Bueno, no es que dudemos de su inteligencia, pero es que es lo más normal del mundo. Y es que los canes se acostumbran a rutinas y hábitos, por lo que perciben cuánto y cómo pasa el tiempo. De hecho, hay estudios que demuestran que reaccionan de manera distinta según el tiempo que sus dueños pasen fuera de casa.
4. Los bigotes le ayudan a ver en la oscuridad
Maticemos: nadie tiene al DareDevil perruno en su casa. No es que vean, vean. Pero sí cuentan con sus bigotes para tener mucha más información de lo que cabría imaginar sobre lo que les rodea: a través de ellos, perciben ligerísimos cambios en las corrientes de aire, y eso les indica dimensiones y formas de objetos, la velocidad a la que se pueda estar acercando alguien… esperad: ¿hemos dicho que no había ningún DareDevil en casa?
5. Sudan por las patas
En concreto, a través de sus almohadillas, que es donde tienen sus glándulas sudoríficas. De ahí que sea tan bueno para ellos mojárselas en los días más calurosos. En cambio, para regular su temperatura corporal, recurren al jadeo.
6. De media, un perro ejerce unos 145 kilos de presión con sus mandíbulas
Al menos eso indican diversas pruebas que se llevaron a cabo con un Pastor Alemán, un Pit Bull y un Rottweiler. Por su parte, un humano ejerce 54 kilos, un tiburón 273… ¡y un cocodrilo 1136! Si seguimos con las comparaciones, sabed también que un perro tiene diez dientes más que un humano.
7. Un cachorro de un año es como un niño de quince
Al menos, en lo que a desarrollo físico se refiere. Claro que estamos hablando de una media, ya se sabe que razas grandes y pequeñas difieren en cuanto a su desarrollo.
8. El olfato de tu mascota es entre mil y 10 millones de veces superior al tuyo
Según la raza del perro, éste tiene entre 125 y 200 millones de glándulas olfativas, mientras que nosotros tenemos apenas cinco millones. Además, la parte del cerebro del animal que se dedica al control del olfato es hasta 40 veces más grande que la nuestra.
9. Sus oídos llegan cuatro veces más lejos que los nuestros
Si bien un cachorro nace sordo, en seguida desarrolla un sentido auditivo increíblemente superior al nuestro. Escuchan mucho más que nosotros, y no sólo en cuanto a distancia, puesto que detectan una frecuencia de hercios de entre 67 y 45.000 ciclos por segundo, mientras que el hombre llega hasta los 23.000. Eso sí, en ambas especies sucede lo mismo, y con la edad suele reducirse semejante superpoder.
10. Un perro puede oler sentimientos humanos
Tu mascota es capaz de percibir los cambios más sutiles de tu olor, y eso le ayuda a saber cómo te sientes. ¿Sabéis aquello de “oler el miedo”? Es literal. Del mismo modo, algunas enfermedades, o un embarazo, puede ser identificado por un cambio en el aroma del afectado (o la embarazada) que su perro puede percibir.