El Puente del Diablo
Cuenta la leyenda el Puente del Diablo que el puente Juan Pablo II que se encuentra al final de la avenida Ejercito que limita con Cerro Colorado, antiguamente se llamaba «El puente del diablo» según las versiones de antiguos arequipeños lo saben porque lo llaman así:
Se cuenta en Arequipa, que por una subida en Cerro Colorado se encontraba antiguamente una excelente picantería, una de las mejores de toda la Ciudad Blanca. La dueña contrato en primavera a una bella joven para que atrajera a la clientela, esta joven con el tiempo se ganó su confianza y comenzaron a quererse como madre e hija, conforme más crecía la muchacha sus intereses se iban enfocando cada vez más en un joven ranchero de la zona, con el que después de un corto amorío concibió a una pequeña criatura.
La dueña indignada al enterarse de la noticia le propuso a la joven extraerle al niño, ella entre la confusión y el pánico acepto la propuesta.
Luego de que retiraron el feto lo arrojaron bajo un puente que aún no tenía nombre.
Años después la misma joven ya adulta paseaba por aquel puente cuando de repente escucho los llantos desgarradores de un bebe, «Que madre tan desnaturalizada abandona a su bebe bajo este peligroso puente» pensó mientras bajaba dispuesta a recoger a la criatura. Finalmente logro alcanzarla y la enrollo con su manta, poco a poco la joven se dio cuenta que los llantos del bebe cada vez se hacían más fuertes y ya no sonaban como llantos sino como gruñidos chillones y perturbadores, cuando se dispuso a ver en qué condiciones estaba el niño vio con horror que era el mismísimo demonio, el cual rápidamente la mordió y araño hasta dejar su espalda en carne viva.
La joven se arrastró a duras penas pidiendo ayuda, hasta que finalmente le dieron atención médica, aunque nunca fueron capaces de creerle.
Desde ese día debido a esa historia ese puente fue bautizado como «El puente del Diablo» por los pobladores, que actualmente es conocido como el puente «Juan Pablo II».