Enfermedades de los dragones barbudos y lagartos de collar
Todos aquellos que mantengan reptiles en casa deberían tener unos conocimientos básicos acerca de las enfermedades de estos animales. Dado que los reptiles pueden no mostrar los síntomas de sus enfermedades hasta que éstas estén en un estadio lo suficientemente avanzado como para que sea casi imposible combatirlas, es imprescindible saber ver los primeros síntomas, identificarlos y (a ser posible) aplicar el tratamiento correspondiente. Algunas de las enfermedades más comunes pueden tratarse perfectamente en casa; para otras, habrá que recurrir al veterinario. De todos modos, tenga en cuenta que cuando una enfermedad se haga evidente es muy posible que el animal ya sea totalmente irrecuperable.
Resumen
Parásitos
Dado que la práctica totalidad de los dragones barbudos que se comercializan en la actualidad han nacido en cautividad, es muy improbable que encontremos parásitos en ellos. Si aparecen parásitos, lo más probable es que los hayan adquirido de otros animales del terrario. Distinguiremos dos grandes grupos de parásitos: ectoparásitos (externos) y endoparásitos (internos).
Los ectoparásitos más habituales son las garrapatas y los ácaros. Las garrapatas pueden medir hasta unos 6mm, pero cuando se fijan al huésped y le chupan la sangre pueden crecer hasta alcanzar el tamaño de un grano de uva. Mediante sus potentes pinzas bucales pueden fijarse a prácticamente cualquier parte del cuerpo de los lagartos. Hay diversas formas de desprender las garrapatas. Si vertemos una gota de petróleo sobre la garrapata, ésta no podrá respirar y se soltará por sí misma, por lo que podremos eliminarla fácilmente. Otro método consiste en emplear alcohol. Éste hace que se relajen sus pinzas bucales y que podamos desprenderlas fácilmente con unas pinzas. Además, en las tiendas especializadas es posible adquirir productos comerciales especialmente concebidos para eliminar las garrapatas de los reptiles. Al emplearlos basta con seguir al pie de la letra sus instrucciones o seguir los consejos del personal de la tienda.
Los ácaros se combaten de otra forma. Para empezar, por regla general solamente nos damos cuenta de su presencia cuando ya se han multiplicado en grandes cantidades, lo cual sucede con notable rapidez. Suelen aparecer en los pliegues de la piel de las serpientes y los saurios, por lo que los encontraremos habitualmente en las axilas, las aberturas del oído, y la abertura cloacal. Los ácaros que suelen infestar a los réptiles son de color grisáceo y muy pequeños (aproximadamente del mismo tamaño que un grano de sal). Cuando los ácaros se alimentan de sangre adquieren una coloración marrón rojiza. Es frecuente que sólo detectemos la presencia de ácaros al encontrarlos muertos en el recipiente del agua o por aparición de sus excrementos (polvillo blanco) entre las escamas del animal afectado. Si un animal del terrario tiene ácaros, lo mejor es tratar a todos los demás animales del mismo terrario como si también estuviesen infectados.
Los ácaros pueden ser difíciles de eliminar. Ningún método es completamente eficaz, y lo más probable es que haya que repetir varias veces el tratamiento. A la vez que se tratan los animales habrá que desinfectar a fondo el terrario. Para ello habrá que reemplazar el sustrato por uno nuevo, bañar todos los elementos del terrario en lejía durante por lo menos una hora, lavar el terrario propiamente dicho con lejía y dejar que ésta actúe duramente una hora y, finalmente, aclararlo todo con agua limpia y dejarlo secar por completo antes de volver a colocar los animales. Durante el tratamiento contra los ácaros vale la pena emplear algún sustrato muy barato y fácil de reemplazar (papel de periódico o serrín), pues habrá que cambiarlo con frecuencia. Cuando ya esté completamente seguro de que los ácaros han desaparecido por completo podrá volver a emplear su sustrato preferido. Es recomendable aislar a los animales infestados en una habitación en la que no haya otros terrarios con reptiles. También es importante que se lave bien las manos después de manipular cualquier animal infestado. Así evitará que los ácaros puedan pasar a sus otros animales.
Para tratar a los lagartos infestados pueden emplearse varios métodos. En las tiendas especializadas venden productos específicos contra estos parásitos. Basta con seguir las instrucciones que los acompañan, pero teniendo en cuenta que una sobredosis podría ser mortal para los animales. También se puede emplear una tira de papeles antiparásitos impregnada de diclorovinil dimetil difosfato. Ponga una tira de un centímetro de longitud en un pequeño recipiente con agujeros que permitan salir los vapores sin que los animales puedan entrar en contacto con la tira; un salero o una cajita de cartón son más que suficientes. Coloque este recipiente en el terrario y no se olvide de retirar el plato el agua durante todo el tratamiento. Deje el insecticida dos días en el terrario y luego vuelva a poner el recipiente con agua durante tres días. Repita este proceso durante 15 días (tres tratamientos). Al cabo de este tiempo los ácaros deberán haber desaparecido, pero conviene examinar a los animales durante un par de semanas más para asegurarse de que están totalmente libres de parásitos.
Si no le gusta emplear productos químicos, puede probar de eliminar los ácaros a base de lavar a sus lagartos. Aguante al dragón barbudo bajo el chorro de un grifo de agua (tibia, naturalmente) y frótelo suavemente con los dedos. El terrario deberá ser desinfectado con una solución de lejía. Este método no es el más seguro, y suele ser necesario repetirlo varias veces hasta eliminar todos los ácaros.
Los endoparásitos no son tan frecuentes, pero son más graves. Entre ellos encontramos a los cestodos, los nemátodos, las amebas, y otros muchos. La única forma de efectuar un diagnóstico preciso consiste en llevar una muestra de excrementos al veterinario para que los analice. Algunos de los síntomas más comunes son la falta de apetito, vómitos, ojos hundidos, falta de tono muscular, y excrementos acuosos.
Estos síntomas son los mismos que de algunas infecciones bacterianas, por lo que es necesario recurrir de inmediato a un profesional.
Otras infecciones
No es frecuente que los dragones barbudos sanos contraigan infecciones causadas por bacterias u hongos. Los ejemplares sanos no suelen contraer infecciones, pero éstas pueden hacer su aparición en ejemplares que vivan en un entorno sucio o que estén sometidos a algún otro tipo de estrés. Se trata de enfermedades que pueden llegar a ser mortales y que deben ser tratadas por un veterinario. Los síntomas de las infecciones del tracto digestivo son los mismos que los de los endoparásitos pero, además, suelen aparecer heces sanguinolentas. Los animales con infecciones del sistema respiratorio suelen expeler mocos por las fosas nasales, tienen legañas en los ojos, se muestran inactivos y, en los casos más serios, respiran haciendo un ruido característico.
Podredumbre de boca
La podredumbre de boca es una infección bastante frecuente y especialmente desagradable. Como su mismo nombre indica, es una infección que afecta a los tejidos de la boca y las encías y que suele ser causada por bacterias y hongos que hayan penetrado por alguna pequeña herida. En los casos más graves puede llegar a afectar incluso a los maxilares. Los síntomas más frecuentes son una supuración de las encías y/o las mandíbulas, el animal se niega a comer, sangra en el interior de la boca y le aparece una sustancia espesa y purulenta en el interior de la cavidad bucal. La podredumbre de boca puede llegar a ser muy grave, y es necesario recurrir de inmediato al veterinario. Mientras espere al veterinario, puede limpiar la zona infectada con un palillo con algodón empapado en agua oxigenada, en yodo, o en una mezcla de ambos productos.
Recuperación
Siempre que aparezca una infección habrá que acudir a un veterinario con experiencia en reptiles, pero el aficionado también puede poner algo de su parte para ayudar a que el animal se recupere. Lo primero que puede hacer es elevar la temperatura del terrario hasta que ésta se sitúe entre un máximo de 38-40 ºC y un mínimo de 27 ºC. Mientras el animal esté enfermo no conviene bajar la temperatura por la noche.
Lo segundo es incrementar ligeramente la humedad relativa en el terrario, especialmente si el animal no come ni bebe. Suele ser suficiente con pulverizar agua una vez al día. La tercera es añadir más vitaminas y minerales a su dieta. Normalmente basta con añadir vitaminas a una comida semanalmente.
No se asuste si su dragón barbudo deja de comer al estar enfermo, no es preocupante a menos que el ayuno se prolongue durante más de tres o cuatro días y se empiece a notar en el animal una evidente falta de peso. Llegado a este punto, si no ha acudido aún al veterinario ya es hora de hacerlo. En caso de que sea necesario, éste le indicará la forma de proceder a una alimentación forzada. Cuando los saurios no coman, intente estimularlos a beber alguna bebida para deportistas con aroma de frutas. Estas bebidas son ricas en carbohidratos y electrólitos rápidamente absorbibles por el tracto digestivo.
Salmonela
En los últimos tiempos se han difundido algunas noticias alarmantes acerca de la salmonelosis causada por reptiles. Se cree que muchos reptiles son portadores de Salmonella y otras bacterias que son totalmente inofensivas para ellos. Sin embargo, para los humanos no son tan inofensivas. La salmonelosis puede causar graves problemas gástricos que se exteriorizan en forma de vómitos y diarreas. Para un adulto sano es raro que sean infecciones graves, pero puede llegar a ser mortal para los niños, ancianos, y personas con problemas en el sistema inmunológico.
Sin embargo, a pesar de lo que puedan decir algunos alarmistas, la transmisión de enfermedades de los reptiles a las personas es bastante rara y fácilmente evitable. Para prevenir la salmonelosis basta con seguir unas estrictas normas de higiene. Después de manipular los animales o cualquier elemento del terrario deberá lavarse siempre las manos con agua y jabón. Cualquier lugar que haya estado en contacto con el terrario o los animales deberá ser desinfectado a conciencia. Los dragones barbudos y los elementos de su terrario no deberán estar nunca en contacto con lugares en los que se manipulen alimentos (mesas de la cocina, fregadero, etc.). Si lava el terrario y sus accesorios en la bañera, lávela luego con lejía.
Por último, si los niños manipulan a los reptiles deberá vigilarlos de cerca. Nunca deberán tocar los animales, sus manos, o elementos del terrario, con la boca. Si permite que los niños toquen a sus reptiles tenga en cuenta que toda la responsabilidad es de usted.
Heridas y primeros auxilios
Los problemas más habituales de los dragones barbudos son las heridas de uno u otro tipo. La mayoría carecen de gravedad, pero siempre es mejor prevenir que curar. La mejor forma de evitar las heridas es eliminar del terrario todas las piedras y ramas con cantos afilados o púas, asegurarse de que todos los elementos son estables y no pueden caer, manipular al animal con seguridad, y no permitir que otros animales domésticos entren en contacto con los dragones barbudos. Si algún ejemplar se llegase a herir, habrá que actuar conforme a la gravedad de la herida.
Si se sospecha que pueda haber una fractura no habrá más remedio que acudir al veterinario. Es la única forma de evitar una malformación del miembro durante su curación. Además, las fracturas suelen ir acompañadas de un grave shock, por lo que es urgente acudir al veterinario.
Los pequeños cortes y abrasiones podemos curarlos fácilmente en casa, siempre que no sean demasiado profundos ni sangren en exceso. Limpie la herida con agua oxigenada o, mejora aun, con Topionic. Tampoco estará de más untar la herida con un poco de pomada antibiótica o con un cicatrizante como Blastoestimulina. Vigile la herida a diario, límpiela, y cuídela hasta su total curación. Si apareciesen síntomas de infección, acuda al veterinario lo antes posible. Si la herida ha sido causada por un enfrentamiento entre dos animales, manténgalos separados.
Las heridas no tratadas, incluso las más pequeñas, suelen degenerar en abscesos que aparecen como formaciones redondeadas debajo de la piel. Todos los abscesos requieren la intervención del veterinario. Éste deberá efectuar una incisión para luego drenar, limpiar, y suturar la herida. También le recetará los antibióticos necesarios para evitar que se repita la infección o que aparezca una septicemia.
Por desgracia, las quemaduras son bastante frecuentes en los reptiles mantenidos en cautividad. Suelen producirse al acercarse el animal excesivamente a una lámpara u otra fuente de calor. Una vez más, lo mejor es prevenir estos casos y disponer correctamente los elementos del terrario. En caso de quemaduras, siempre es mejor acudir al veterinario, aunque sean de poca importancia. Las quemaduras se infectan con mucha facilidad, por lo que habrá que mantenerlas bien limpias y untarlas con una pomada antibiótica. Para acelerar su cicatrización también puede emplearse un pulverizador de Blastoestimulina.