José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete
- Nombre: José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete
- Periodo de presidente: 1823 – 1823
José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete nació en Lima, 3 de mayo de 1783, fue un militar y político peruano. Figura prócer de la independencia hispanoamericana, fue Presidente del Perú en 1823.
En su juventud José de la Riva Agüero estudió en España y en 1810 regresó a Lima imbuido de ideas liberales.
Al llegar se organizó la «Conspiración de los Oratorinos» para derrocar al virrey Abascal. En 1816 escribió el «Manifiesto de las 28 Causas», donde explica razones para la independencia.
Vivió en Bélgica hasta que en 1831 regresó al Perú y poco después fue elegido diputado por Lima. En 1833 fue desterrado por el presidente Gamarra a Ecuador, y en 1835 por Salaverry a Chile. En 1838 fue nombrado por Santa Cruz como Presidente del Estado Nor Peruano.
Resumen
Gobierno de José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete
Fue el primer Jefe de Estado peruano en llevar el título de Presidente de la República y en lucir la banda presidencial bicolor como distintivo del poder que ejercía, aunque este poder fuera de facto, es decir, nacido de un golpe de estado y no por voluntad popular expresada en elecciones.
El Congreso instalado por San Martín el 20 de septiembre de 1822 asumió la suma del poder público y al día siguiente encargó el Poder Ejecutivo a un grupo de tres diputados, que se denominó la Suprema Junta Gubernativa, presidida por José de La Mar. Esta Junta se propuso atacar a los realistas concentrados en el centro y el sur peruano, organizando dos ejércitos, pero los desastres sufridos por el «Ejército del Sur» en Torata y Moquegua exacerbaron a la opinión pública que exigió la constitución de un gobierno unipersonal.
Dicha situación dio origen al primer golpe militar de la historia republicana peruana. El «Ejército del Centro», que se hallaba acantonado en el fundo Balconcillo, cerca de Lima, solicitó al Congreso la disolución de la Junta Gubernativa (26 de febrero de 1823). A este episodio la historia lo conoce como el Motín de Balconcillo. Ante la negativa del Congreso, las tropas avanzaron amenazadoramente hacia la capital. El Congreso tuvo entonces que claudicar y ordenó el cese de la Junta Gubernativa (27 de febrero de 1823). Momentáneamente tomó el poder José Bernardo de Tagle, Marqués de Torre Tagle, hasta que el Congreso eligió a José de la Riva Agüero como Presidente de la República (28 de febrero de 1823). Pocos días después el mismo Congreso lo ascendió a Gran Mariscal y dispuso que utilizara la banda bicolor como distintivo del poder ejecutivo que administraba (4 de marzo de 1823). Desde entonces todos los Presidentes del Perú han lucido dicha banda presidencial.
Contactos con José de San Martín
José de la Riva Agüero estuvo por entonces en contactos intensos con José de San Martín, quien luego de afianzar la independencia de Chile ya planeaba pasar al Perú. Envió datos valiosos sobre la situación de las fuerzas realistas y contribuyó a definir el plan de operaciones del Ejército de los Andes de atacar por la costa central del Perú, y no limitarse a desembarcar en Arica (sur peruano) para penetrar en el Alto Perú, como era el plan original. Por todo lo dicho, la figura de José de la Riva Agüero fue fundamental para el logro de la emancipación de la América española.
Por entonces, un mensajero de San Martín fue capturado con correspondencia que iba dirigida a José de la Riva Agüero y otros patriotas limeños, en abril de 1819. El virrey Joaquín de la Pezuela ordenó entonces el confinamiento de José de la Riva Agüero en Tarma (sierra central del Perú), mientras que se disponía un barco que lo condujera a España, pero la apelación legal y el desbarajuste ocasionado por la llegada de la Expedición Libertadora de San Martín motivó que se abandonara tal medida severa.
Aún en tal trance, José de la Riva Agüero siguió laborando a favor de la causa independentista, convenciendo a muchos oficiales para que desertaran de las tropas realistas. Precisamente, fue uno de los que influyeron en el paso del célebre Batallón Numancia a las filas patriotas. Del mismo modo promovió la organización de guerrillas para que cortaran los accesos de Lima. Contribuyó también a producir la división y el desacuerdo entre los propios generales españoles e introdujo en el ejército realista espías dobles.
Apartado de la vida pública, escribió sus «Memorias de Pruvonena». Fallecio en Lima el 21 de mayo de 1858.