Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho

José Hipólito Unanue y Pavón

Hipólito Unanue

  • Nacimiento: 13 de agosto de 1755 Arica, Corregimiento de Arica, Virreinato del Perú
  • Fallecimiento: 15 de julio de 1833 Cañete, Lima, Perú
  • Padres: Miguel Antonio Unanue y Montalivet y Manuela Pavón y Salgado de Araujo
  • Cónyuges: Manuela de la Cuba y Rocha y Josefa de la Cuba y Ballón
  • Hijos: Francisca Unanue y de la Cuba, Rosa María Unanue y de la Cuba, Jesús Unanue y de la Cuba y José Unanue y de la Cuba

Hipólito Unanue fue un científico y político peruano, la figura más importante de la Ilustración peruana, se graduó en medicina, bajo la dirección de Gabriel Moreno, alrededor de 1784, y fue profesor de anatomía en la Universidad de San Marcos durante el año 1789.

Destacó también como miembro de la Sociedad de Amantes del País y colaborador del Mercurio Peruano, publicación ésta que tanta importancia tuvo para el fortalecimiento de la idea de la patria peruana en las postrimerías de la colonia. Como político colaboró con los últimos virreyes del Perú, y luego con los libertadores José de San Martín y Simón Bolívar, actitud que no debe ser interpretada como acomodaticia, sino como un loable deseo de servir al país en el que nació, aportando su talento. Fue ministro de Hacienda (1821-1822 y 1824-1825), ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores (1824 y 1825) y presidente del Consejo de Gobierno (1825-1826), cargo este último que correspondía a la más alta función ejecutiva de la nación. También fue diputado y presidente del primer Congreso Constituyente del Perú (1822-1823).

Cargos con Simón Bolívar

Tuvo una entrevista con Simón Bolívar tan pronto como llegó a tierra peruana y el Libertador lo convirtió de inmediato en su hombre de confianza, consejero y médico personal. En noviembre de 1824 Hipolito Unanue recibió el nombramiento de ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, y después de la capitulación de Ayacucho le tocó presidir el consejo de gobierno, por ausencia de La Mar.

  • En el aspecto económico Hipólito Unanue dictó el primer reglamento de comercio, estableció elmpersonal de aduanas y dio impulso a la agricultura, minería e industria manufacturera.
  • En el aspecto educacional Hipólito Unanue restauró los colegios que ya no funcionaban, fundó otros colegios en Lima y en provincias, organizó la Dirección General de Estudios y creó sociedades con fines culturales como la Sociedad Filarmónica y el Museo de Ciencias Naturales. Además, creó la primera junta de beneficencia pública, fundó establecimientos hospitalarios y propagó la vacunación para erradicar la viruela.

En junio de 1826 llegó a ser nombrado ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos, pero al cabo de pocos meses decidió retirarse a su fundo de San Juan de Arona.

Últimos años

En junio de 1826 fue nombrado ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos, pero tras la partida de Bolívar se retiró a su hacienda San Juan de Arona, en San Luis de Cañete, donde su hijo José luego edificó el Palacio Unanue en 1840. Enfermo, tuvo que soportar todavía el dolor de perder a su segunda esposa, Josefa de la Cuba. Él mismo, ya en sus días últimos, frecuentó a un vecino ilustre, el ex director supremo de Chile, Bernardo O’Higgins, dueño de la hacienda Montalván.

Falleció el 15 de julio de 1833, a los 78 años de edad, en la hacienda San Juan de Arona, a la que se había retirado.

Hipólito Unanue fue de personalidad polifacética, como médico, físico y estadista. Su vida y obra, ampliamente conocidas a través de la historia, han concitado sumo interés entre historiadores y biógrafos, quienes han dado a conocer las sobresalientes cualidades personales y profesionales del recordado sabio y precursor de la independencia peruana.

Obras escritas

Hipólito Unanue Publicó:

  • Observaciones sobre el clima de Lima y su influencia en los seres organizados, en especial el hombre (Lima, 1806)
  • Obras científicas y literarias
  • Proyecto de reglamento de comercio
  • Mi retiro y vuelta a la vida del campo

Además Hipólito Unanue escribió diversos artículos que aparecieron en el Mercurio Peruano, El Satélite del Peruano y El Verdadero Peruano. En el primero aparecieron los titulados «Idea general del Perú» y «Sobre geografía física del Perú».

En toda su obra demuestra su preocupación por el Perú. Para él, la idea de patria o nación peruana era algo real y tangible, y esta emoción peruanista lo llevó a dedicarse al estudio y conocimiento pleno del Perú, desde mucho antes de la Independencia, en pleno período colonial.

Simboliza Unanue, fundamentalmente, la realidad, por algunos desconocida, de que el Perú existe desde antes de la independencia y marca un sentido de continuidad entre las dos épocas; sin que ello implique afrenta ni desdoro, sino, antes bien, honra y prestigio.

En el Mercurio Peruano el Perú aparece ya en su esencia y su potencia: es visto, estudiado y voceado a través del tiempo como totalidad. Nada más que el Perú, y nada menos que el Perú, parece haber sido el lema de los redactores del Mercurio y, por eso, no prescindieron de la cultura aborigen, pero no prescindieron, tampoco, de la época virreynal. En una superación de todo localismo de época, región, raza o ciencia, acogieron estudios históricos, geográficos, de ciencias puras y aplicadas, económicos, institucionales, costumbristas, lingüísticos y literarios sobre el Perú total.

El Perú es mencionado por primera vez en el Mercurio Peruano con el nombre de PATRIA, y a través de esa simple identificación, Hipólito Unanue insinuó la idea del separatismo con respecto a la metrópoli, sin necesidad de ser más explícito. Es por ello que se incluye a este sabio en la galería de los ilustres precursores de la Independencia del Perú, aunque hay que recalcar que evolucionó lentamente del fidelismo al separatismo. Proclamada la independencia, puso su talento al servicio de su patria, como ministro de estado bajo los gobiernos de San Martín y Bolívar.

Su obra dispersa fue compilada en forma incompleta por su descendiente, Eugenio Larrabure y Unanue, en 1914.

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