Leyenda El veranero
Cuentan los antiguos ashánincas de la leyenda El veranero, que en los valles de Pasco vivía una pareja de recién casados, eran muy felices y trabajaban todos los días. Un día el esposo fue a pescar, dejando solo a su esposa, llegó al río y se sentó en la playa frente a una peña. El lugar que encontró fue una poza con grandes remolinos, lanzó su cuerda y esperó que el pez coma del cebo, estuvo esperando tanto rato, que luego cayó en un profundo sueño.
Pasado un rato, del medio de la poza salió una bella mujer con ojos azules y con cola de pez, se acercó al hombre lo tomó de la cintura y se lo llevó a lo profundo del río, y llagaron a un castillo lleno de joyas preciosas, lo acostó en una cama, y luego sopló en sus narices y el hombre despertó y no tuvo ninguna dificultad para respirar debajo del agua.
Al día siguiente, la esposa esperaba preocupada a su marido, pasó todo el día esperando y ella se preguntaba en sí ¿por qué no llegará? ¿Qué le abra pasado? Se sentó en una silla presa de la desesperación y se puso a llorar, y pensó en lo peor que le había podido suceder a su amado.
Al tercer día fue a buscarlo por todas partes, día y noche andaba en busca de su esposo sin descansar. Pasaron los años y el esposo pensaba regresar al lado de su esposa, ya que le comenzaba a salir cola de pez, pero la sirena no le dejó volver y se quedó a vivir con ella.
La esposa cansada de buscarlo, se encontró con un hombre y le dijo que su esposo vivía en el fondo del río con una sirena y para que siga sufriendo él la iba a convertir en una hermosa ave, que cantaría en cada verano en las noches y en las mañanas con una tristeza por haber perdido a su esposo, y que los hombres al oír su canto sabrán que el verano se acerca, diciendo esto el hombre desapareció y la mujer se convirtió en una bella ave.
Y desde allí cada noche se oye cantar a la avecita muy triste que busca a su esposo, a la vez es una muestra que el verano está cerca.