Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho

Leyenda Pampa de la Culebra

Leyenda Pampa de la Culebra
Cuenta la leyenda Pampa de la Culebra que cierta vez, cuando se acercaba el tiempo de las cosechas los dioses de la selva quisieron mostrar su poderío, enviaron de lo más hondo y enmarañado de sus lares una serpiente que al trepar la cordillera adquirió dimensiones gigantescas y tornase feroz e invulnerable. A su paso devoraba sembrados, árboles, hombres y animales, dejando sólo ruina y desolación.

Un día los Caxamarcas vieron que las aves del cielo huían del oriente y que a la luz del Sol había tristeza, entonces los adivinos dijeron que tales sucesos eran presagios de que el formidable monstruo se encaminaba hacia la ciudad.

Cundió el pánico entre los moradores, como se extiende el viento en la puna y abandonaron la comarca dejando sus chozas abrazados por el fuego. El curaca reunió a sacerdotes y ancianos en asamblea y enviaron un gran ejército a vencer a la serpiente; fracaso completo: Todos los guerreros desaparecieron devorados por la culebra. Y el Curaca sintió miedo y fuese al campo a implorar ayuda a los dioses. De una choza solitaria salió un anciano que llegando hasta la colina en donde oraba el Curaca, miró las chacras doradas, los árboles, la ciudad, las flores silvestres; miro el oriente y dijo así al jefe indígena: «Señor te hablo en nombre de los dioses a quienes imploras. La Serpiente devorará los frutos de nuestra tierra, asolará la comarca, teñirá con nuestra sangre el agua de los manantiales, si tú no les ofreces en holocausto a tu hija, que en estos momentos mama la leche de su madre».

Volvió el profeta a su cabaña el Curaca reprimiendo su dolor contó a los sabios el mensaje divino y ellos inclinaron la cabeza en señal de cumplimiento de la voluntad suprema.

Rodeado de ancianos, sacerdotes y hechiceros, marchó el Curaca con su hija en brazos sobre las cumbres, contra el viento helado de la puna, entre los pastizales hacia el lugar donde se encontraba la culebra, mientras los tambores estremecían los horizontes.

Dormía la serpiente envuelta en una colina; con el ruido de los tambores despertó desenvolviéndose, cuan larga era, en actitud de ataque.

Fue entonces cuando el Curaca se adelantó con la niña en las manos hacia la serpiente, más al instante en que ésta iba a tomar en sus temibles fauces a la pequeña se nubló el cielo y cayó un rayo, el animal retorciéndose desesperado, derrumbado enormes moles de rocas con su cola y quedó convertida en una gran pampa sobre la cual creció el Ichu. No satisfechos los dioses de los Caxamarcas transformaron al reptil en una puna helada, la han azotado a través de los siglos con airadas tempestades de rayos, evitando así que la pampa se torne nuevamente en serpiente y avance a destruir la ciudad.

Y es así que en la actualidad ese largo montículo de tierra tiene la forma de una culebra; y la pampa donde se encuentra se llama la pampa de la Culebra.

Esta leyenda Pampa de la Culebra se escucha para los viajeros entre Cajamarca y Celendín, los cuales tienen diversas interpretaciones, pero siempre se trata de la serpiente cuya cabeza esta en dirección de la ciudad de Cajamarca. Hay que advertir que como confirmación de la leyenda esa pampa es un verdadero pararrayos, pues en las estaciones de lluvia caen allí, y sobre la serpiente innumerables rayos. Esta pampa pertenece a la hacienda de Polloc.

¿Y tú qué opinas de esta leyenda Pampa de la Culebra?

¿Y tú que opinas?

Menu