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Mantenimiento y cuidados del camaleón 1

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Debido a que se importan grandes cantidades de camaleones capturados en la naturaleza, especialmente de Madagascar y de Sudáfrica, podría pensarse que los camaleones son animales abundantes en nuestros terrarios. Ciertamente este no es el caso. Cualquier persona que conozca las dificultades asociadas con el cuidado de los camaleones puede imaginar cuántos de los animales importados logran sobrevivir durante mucho tiempo después de llegar a las instalaciones del importador, y cuántos más sobreviven en manos del comprador normal. Se trata de animales muy territoriales que no pueden vivir en compañía, o los matará el estrés. Casi todos los camaleones tienen parásitos, que se multiplican de forma dramática en los animales que se han debilitado durante el transporte y que pueden ser otra causa de mortalidad. El aficionado que compra un camaleón en tan lamentable estado tendrá muy pocas posibilidades de mantenerlo con vida más de uno o dos meses. Así nació la leyenda de lo difícil que es cuidar adecuadamente a los camaleones.

El terrario

La ubicación ideal de un terrario para la mayoría de los camaleones debería ser un lugar expuesto a la luz solar directa sólo durante las horas matinales o del atardecer. Los camaleones son muy susceptibles al exceso de temperatura. Aún más, en el caso de los camaleones de tierra, hay que instalar el terrario de modo que nunca reciba luz solar directa. Las habitaciones orientadas al sur sólo son condicionalmente adecuadas para tener especies de las montañas, porque en verano las temperaturas pueden ser demasiado altas. En verano conviene poner los terrarios al aire libre.

Desgraciadamente no existe un terrario universal para el mantenimiento y la crianza. Por el contrario, cada terrario ha de ser construido, equipado y mantenido según las necesidades de la especie que contendrá.

Los terrarios más fáciles de conseguir y los más útiles son los tanques de vidrio para acuarios, con los paneles pegados con adhesivo de silicona. Cualquier tienda de animales tendrá un buen surtido, con tanques de diferentes tamaños y formas, a precios razonables, y también podrá proporcionarle terrarios hechos a la medida si así lo prefiere usted.

Todos los camaleones prefieren los terrarios muy anchos a aquellos que son largos pero estrechos. La posibilidad de retirarse a la parte trasera del terrario contribuye de manera sustancial al bienestar del animal. Las dimensiones del terrario dependen del tamaño y del temperamento del animal. Para los camaleones que habitan en árboles y arbustos, la altura de los terrarios ha de ser mayor que la longitud o la anchura. Para los camaleones de tierra, los terrarios cuya longitud y anchura son mayores que la altura resultan adecuados. La mayoría de los terrarios que se venden en el comercio son adecuados solamente para los camaleones de tierra, pero no resulta demasiado costoso ni difícil mandar hacer terrarios altos especiales contra pedido.

Las aberturas de ventilación son importantes en la selección del terrario. Especialmente en los terrarios pequeños, las aberturas de ventilación deberían permitir la regulación de las necesidades de humedad, temperatura y circulación de aire. La opinión tan frecuente de que los camaleones necesitan mucho aire fresco es válida sólo para unas pocas especies. Se decía que la mala ventilación era la causa de muchas enfermedades y de trastornos debidos en realidad a errores del mantenimiento, como el estrés y el exceso de temperatura. Para todos los camaleones es esencial que la tapa o un costado o el frontal del terrario tenga una rejilla de ventilación, de modo que el aire no se estanque.  Si se aumenta el tamaño de la rejilla, la humedad relativa disminuye. Si se reduce el tamaño de la rejilla, la humedad relativa aumenta. Los animales originarios de las selvas lluviosas, entre ellos la mayoría de los camaleones de tierra y de las hojas, necesitan para su bienestar una humedad relativa del 100% durante la noche y del 70 al 100% durante el día. Esto sólo puede conseguirse en terrarios con aberturas de ventilación bastante pequeñas y que sean rociados con agua frecuente y completamente. Para ciertos camaleones africanos de las tierras altas, los terrarios hechos con marcos de madera o de aluminio y con las paredes hechas de rejilla metálica son adecuados. Hay que poner divisiones opacas de algún tipo (por ejemplo, toallas) entre los terrarios adyacentes para evitar que se produzca contacto visual entre los vecinos.

Los terrarios que usamos para la mayoría de nuestros camaleones tienen paredes de vidrio.

Los costados y el fondo están cubiertos con gruesas placas de corcho o con un fondo de plástico coloreado, y el fondo también puede forrarse con corcho. También, todos los materiales acostumbrados pueden usarse como sustrato. Con algunas especies resulta provechoso pegar una piedra pequeña y plana a un lado de la pared de fondo; el camaleón puede usarla para secarse la piel suelta cuando muda. Los accesorios consisten en ramas para trepar que ayudan a dividir el espacio interior y que satisfacen la necesidad de trepar que siente el camaleón, o bien en unas cuantas plantas trepadoras puestas alrededor de los adornos. Si se instalan terrarios en paredes opuestas de una habitación, hay que cuidar de que no exista posibilidad de contacto visual. En caso necesario, puede ponerse una cortina entre los terrarios.

Necesidades especiales

Veamos ahora algunas necesidades especiales que hay que satisfacer para grupos particulares de camaleones. En primer lugar mencionaremos a las hembras de las especies ovíparas. Para que puedan enterrar sus huevos sin estorbos, necesitan un sustrato de una profundidad que depende de la especie. Un sustrato de perlita o de granza de plástico cubierto con 10 o 30 cm de una mezcla ligeramente húmeda de arena y turba ha demostrado dar buen resultado (no use granza de plástico con los camaleones de tierra pequeños). Si no existen condiciones adecuadas para la puesta, la hembra retendrá los huevos, o basta con una maceta de flores. Sin embargo estas especies son pocas.

Con los camaleones de tierra conviene no poner un sustrato y en cambio pegar placas de corcho sobre el fondo del tanque. Encima de estas placas se pone una capa de virutas de corcho, sobre las que los camaleones disfrutan corriendo y en la que las hembras ponen los huevos. Esta capa actúa como un sustituto de la tierra vegetal de su hábitat natural.

Evidentemente, las hembras de los camaleones de tierra también entierran sus huevos en la verdadera tierra vegetal cuando disponen de este sustrato, pero después resulta muy difícil hallar los huevos, razón por la cual recomendamos no usar tierra verdadera para aquél.

Muchos recipientes pequeños son adecuados para la crianza de camaleones recién nacidos. Los recipientes para almacenar comidas ligeramente modificadas se usan porque se puede disponer de ellos fácilmente, y se fabrican en una gran variedad de tamaños y formas. Los recipientes de plásticos rectangulares y transparentes, de al menos 12 cm de longitud por 12 cm de anchura por 18 cm de altura son excelentes. Se corta la tapa completamente y en su lugar se pega una tela metálica fina. Puede cortarse un agujero adicional, que también se cubrirá con rejilla, en un costado.  Sobre la pared opuesta se pega una hoja de plástico opaco o una placa de corcho, de modo que los recipientes puedan ponerse lado a lado sin que se establezca contacto visual entre los animales vecinos. Los adornos consisten en ramitas y una planta para trepar, como un Ficus pumila. Después poner un tubo fluorescente en la parte superior del recipiente, el tanque de crianza estará listo para su uso. Si las temperaturas en los tanques fueran demasiado bajas, pueden calentarse fácilmente desde el fondo por medio de un cable calefactor –pero cuidado, porque los camaleones jóvenes pueden morir rápidamente por exceso de calor–. Para que el conjunto no se vea como una simple colección de recipientes, éstos pueden ponerse ordenadamente sobre un mueble atractivo.

Al aficionado que tiene crías de camaleones regularmente y en cantidades, le conviene construirse una instalación permanente para la crianza. El tamaño mínimo recomendado es un pequeño terrario de unos 10 cm de longitud por 10 cm de fondo por 30 cm de altura, que puede agrandarse fácilmente a medida que los animales crecen, hasta alcanzar un tamaño de unos 20 cm de longitud por 20 cm de anchura por 50 cm de altura. Los terrarios de 10 cm de longitud por 15 cm de profundidad por 50 cm de altura han demostrado ser especialmente efectivos. Debido al gran riesgo de exceso de temperatura, toda la parte superior y una ancha franja de la parte frontal tendrían que usarse para la ventilación. Para la iluminación usamos exclusivamente tubos fluorescentes durante un tiempo después del nacimiento, y sólo bastante más adelante instalamos un reflector “spot” para complementar la luz disponible. Las instalaciones y los accesorios son exactamente los mismos que para los terrarios de tamaño grande.

Todos los animales recién adquiridos deberían ser manipulados con grandes precauciones, sobre todo al principio. Es absolutamente necesario que los camaleones sean sometidos a un periodo de cuarentena bastante prolongado. Todos los terrarios normales pueden usarse como jaulas de cuarentena, especialmente los modelos de plástico. Los accesorios debieran ser lo más sencillos posibles: un sustrato de papel de periódicos, una planta en una maceta, y algunas ramas. Si existe una infección parasitaria, hay que desechar todo antes de que termine el período de cuarentena y los tratamientos necesarios. Tiene que haber una planta, porque de no ser así los animales debilitados estarían sometidos a un estrés constante debido a la ausencia de escondites y esto los debilitaría aún más. Durante el período de aclimatación el aficionado tiene que controlar el terrario para ver si los animales comen y beben satisfactoriamente y para ver si tienen heridas. Conviene someter sus excrementos a pruebas de laboratorio para ver si hay parásitos, varias veces durante el período de cuarentena.

Algunas especies de camaleones pueden tenerse en libertad en habitaciones y en invernaderos en los que las condiciones ambientales sean las adecuadas para estos animales. Algunos camaleones se desarrollan bien en jardineras de ventana con abundante vegetación. Sin embargo, hay que fijarse en algunos puntos. Por ejemplo, hay que instalar un reflector “spot” bajo el cual el camaleón pueda tomar “el sol” cuando quiera. Hay que poner un recipiente con comida al alcance y a la vista del camaleón. Como la humedad relativa suele ser menor en una habitación que en un terrario, un camaleón en libertad tiene que tener siempre agua para beber. Las necesidades de agua para beber se verán satisfechas si las plantas se rocían con un poco de agua cada día y se le da al lagarto agua en un bebedero en días alternos. Es esencial entrar con muchas precauciones a la habitación en la que está en libertad el camaleón, mirando primero al suelo, pues muchos camaleones no sienten temor de comer por el suelo y es fácil pisar a un animal o aplastarlo con la puerta contra la pared. En este caso, un espejo instalado en el suelo cerca de la puerta puede ayudar a ver detrás de la puerta cuando ésta sólo abre ligeramente.

Las hembras preñadas de las especies ovíparas presentan un problema. Varios días antes de la puesta comienzan a buscar un lugar adecuado para depositar los huevos. No tenemos que decir cómo quedará una jardinera después de que una hembra de Chamaeleo pardalis ha hecho numerosos agujeros de prueba. Conviene poner una hembra fértil en un terrario adecuado inmediatamente después del apareamiento y dejarla allí hasta que haya puesto los huevos.

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