Kinkajou
El Kinkajou como mascota ha tomado una inmensa ola de popularidad en los últimos tiempos y es que a pesar de lo difícil que resulta encontrarlos por ser de carácter nocturno no dejan de aparecer en las tiendas de mascotas exóticas. El kinkajou recibe muchos nombres desde los más tiernos hasta los más grotescos inicialmente se lo conoce como el Mico León, actualmente y para los amantes de esta mascota es conocido como el oso de miel o el gato mono.
El kikajou es comparado muy a menudo con el mapache, un pariente cercano, aunque para diferenciarse, el kinkajou posee una cola larga que le convierte en único, y la cual utiliza para asegurarse y mantenerse en equilibrio mientras trepa por los árboles.
Este animal suele alcanzar una longitud que se encuentra entre los 42 y los 58 centímetros, con un peso que se encuentra entre los dos y los cinco kilos. La parte más llamativa de su cuerpo es su larga cola, la cual suele alcanzar una longitud de entre los 40 y los 50 centímetros, llegando a ser tan larga como el resto de su cuerpo.
Resumen
Reproducción
La mayoría de los kinkajous son solitarios. No poseen un período de apareamiento determinado. Durante la primavera o el verano, luego de un período de gestación de alrededor de 120 días, la hembra generalmente da a luz una sola cría, a la cual amamanta durante aproximadamente cuatro meses.
Existe un animado contacto vocal entre madre e hijo. Las hembras se vuelven sexualmente maduras a la edad de 30 meses, mientras que los machos lo hacen a los 18 meses. Los kinkajous son aún bastante comunes en las áreas densamente arboladas. Sin embargo, la destrucción de la selva los está amenazando, especialmente en América Central.
El kinkajú como mascota
Además, al ser de hábitos nocturnos, pueden dar problemas al dueño. Necesitan un gran espacio y cuidados específicos. Aunque son sociables, llegan a ser muy agresivos, sobre todo cuando ven o huelen alimentos dulces, como frutas o dulces. Son muy hábiles con las manos y se escapan fácilmente de la jaula.
Alimentación
La dieta de los osos de la miel debe basarse casi exclusivamente de frutas. Es más, al menos un 80% de su ingestión diaria debe ser a base de frutas y vegetales variados. Entre los que más les gustan se encuentra el plátano, las manzanas, las peras, los higos, las ciruelas, los melocotones, las uvas y los arándanos. Otras como la sandía, el melón y el kiwi también suelen sentarles muy bien. Son intolerantes a la lactosa, por lo que hay que evitar la leche y sus derivados. El porcentaje restante de su alimentación puede complementarse con pienso para gatos de alta calidad. Cada dos o tres días pueden comer verduras como la zanahoria, la coliflor o el maíz. Para aumentar las dosis de proteínas pueden ingerir ocasionalmente alimento vivo. Como son animales nocturnos es mejor que sean alimentados llegado el anochecer.