Nevado Huaguruncho
A 86 km. al este de Cerro de Pasco, se encuentra el nevado Huaguruncho, el punto más elevado de la cadena montañosa conocida como Cordillera Oriental.
Con 5,730 metros sobre el nivel del mar, este gigante posee una forma piramidal casi perfecta en uno de sus flancos, por lo que se ganó el sobrenombre de “Colmillo Blanco” o “Colmillo de Nieve”.
Las vías de ascensión hasta la cumbre del Huaguruncho son numerosas, y siguen las líneas occidental, meridional, sudoriental, sudoccidental, norte y nororiental de la elevación. Cualquiera sea la elegida, hay que tener en cuenta que no se trata de un camino para montañistas primerizos, y que se requiere un buen entrenamiento físico y equipamiento adecuado para emprender esta aventura.
Para llegar al Huaguruncho es necesario partir de Huachón, el pueblo más cercano, ubicado a 6 kilómetros y al que se baja desde la Carretera Central en Ninacaca (a 12 km del cruce de Huayllay).
Al pie de la montaña, destacan las lagunas Huaguruncho, Leche Cocha, Suyro Cocha, Talaya y Pacchapata. Cuatro glaciares forman parte del Nevado: Jacahuay, Ranrajanca, Carhuaraj e Incatama, ninguno de los cuales tiene menos de 5,100 metros.
El nevado de Huaguruncho también conocido como nevado Tarata, es un fuerte candidato a convertirse en una de las Siete Maravillas del Mundo Natural, que serán elegidas a fines del año 2009.
Otra particularidad del nevado, es que forma parte de un camino inca que permite el ingreso hacia la Amazonía. En nuestros días, el nevado no cuenta todavía con protección estatal, por lo que el ingreso y ascensiones al mismo no están reguladas y no implican costo alguno.
Si se quiere visitar este nevado, se tiene que ir primero desde Cerro de Pasco a Huachón, este primer recorrido puede tardar hasta tres horas, ya desde Huachón hasta la base del nevado se puede seguir en vehículo particular por otras dos horas.
Se recomienda que las visitas al lugar se hagan fuera de la temporada de lluvias (que suele presentarse entre noviembre a marzo), y a partir de las 6 de la mañana, para conseguir la ascensión cuando aún esté claro el día.