Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho

Posibles causas del maullido de un gato

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Los gatos maúllan por diversos motivos, pero en ocasiones no alcanzamos a entender cuál.

Cuando existe un fuerte vínculo entre el dueño y la mascota es relativamente fácil saber qué nos están pidiendo con su llamada. Sin embargo, hay momentos en los que un gato puede maullar sin parar, o por un motivo que no terminamos de ver o entender. Es entonces cuando bajo ningún concepto debemos ignorarles, reñirles o castigarles, porque de esta forma solo conseguiremos perder su confianza y esconder un problema que resurgirá más adelante.

Seguidamente recogemos una lista de posibles mensajes que nuestra mascota nos está tratando de comunicar, para así poder acercarnos más a su necesidad:

  1. Dolor: en muchas ocasiones el maullido de un gato es una señal de auxilio. Es posible que le duela algo, por eso es recomendable que se acuda a un veterinario rápidamente en el momento que detectemos esos maullidos intensivos e incesantes.
  2. Saludo: a veces, si un gato maúlla es porque te está saludando. Esto se da normalmente cuando acabas de llegar a casa y te recibe, cuando se ha levantado de una larga siesta, o bien si nos lo encontramos por el pasillo y es su forma de decir “hey, ¿qué tal?”.
  3. Hambre: el maullido también puede ser su forma de decirte que su plato de comida está vacío y que agradecería que se lo llenases de nuevo.
  4. Hambre 2: a veces nuestro gatito se pone caprichoso y tiene antojo de algo que no es lo que le has puesto para comer. Quizás no le guste ese pienso, tal vez la comida se haya mojado… Lo importante es estar atento y si se da el caso de que maúlla pero tiene el cuenco lleno, prueba a cambiarlo.
  5. Llamada de atención: muchas veces solo quieren nuestra atención, que les hagamos caso, que estemos por ellos, porque están aburridos o tienen ganas de mimitos. Verás como el maullido cesa si le haces un hueco junto a ti en el sofá.
  6. Puerta: cuando quieren entrar y/o salir de algún sitio, maúllan. Si ves a tu gato frente a una puerta maullando, ya sabes, quiere que se la abras.
  7. Celo: si tienes una gatita que no está esterilizada, quizás su maullido se deba a que está en celo.
  8. Estrés: las visitas al veterinario son una de las principales causas de estrés en los gatos. Por eso, muchas veces un maullido excesivo se debe a una reciente visita al doctor o a que vean el transportín, lo relacionen con el veterinario y maúllen por que sospechan que les vais a llevar de nuevo.
  9. Enfado: cuando un gato se siente amenazado maúlla. Esto es más típico en los gatos callejeros que en los domésticos, pero de todos modos hay casos. Por ejemplo, si acoges a una nueva macota en casa, quizás tu gato se sienta amenazado y use el maullido como defensa o como forma de advertir al nuevo inquilino de que él es quien manda allí.
  10. Soledad: los gatos que pasan mucho tiempo solos pueden sufrir de ansiedad y por lo tanto lloran o maúllan en tu ausencia. Es posible también que debido a esto mismo, cuando llegas a casa maúlle en exceso por la alegría de volver a verte por fin.
  11. Edad: los gatos ya mayores de edad maúllan sin motivo muchas veces. Para remediar esto solo tienes que darles cariño y atención, porque es posible que lo hagan sin ni siquiera ser conscientes.
  12. Ayuda: los gatos son muy curiosos, y en ocasiones se cuelan en rincones de los cuales después no pueden salir. Entonces maúllan pidiendo que acudas al rescate.
  13. Obstáculos: quizás has dejado algo olvidado que corta el paso de tu mascota a alguno de sus lugares más concurridos, como por ejemplo la zona de comida y bebida. Ese obstáculo es el motivo del maullido de tu gato, que te está pidiendo que lo saques de en medio.
  14. Desorientación: si el gato es nuevo en casa o si bien lo habéis llevado a otro lugar una temporada, es posible que maúlle porque no sabe dónde está y se angustia, necesita de ti para que le orientes y le tranquilices haciéndole ver que todo está bien. Para conseguirlo podrías llevarte con vosotros juguetes o alguna mantita con su olor, gracias a lo que se sentirá mucho más cómodo y acogido.
  15. Añoranza: cuando un gato es cachorro es normal que llore porque echa de menos a su mamá y a sus hermanos. Para acabar con ese maullido es importante que tú adoptes el rol de madre, dándole de comer, calor, cariño…
  16. Suciedad: los gatos son muy muy limpios. Por eso cuando algo que consideran que es suyo está sucio maúllan para avisarte y pedirte que lo limpies. Un ejemplo sería su arena del arenero, que debes cambiar con frecuencia.

Con esta larga lista hemos recogido algunos de los posibles motivos por los que tu gato puede estar maullando sin parar. ¡Esperamos haber sido de ayuda!

¿Y tú que opinas?

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