Reserva Nacional del Titicaca
La Reserva Nacional del Titicaca es una reserva natural del Perú, establecida mediante el Decreto Supremo N. 185-78 AA del 31 de octubre de 1978, con la finalidad de conservar los recursos naturales del Lago Titicaca. Está ubicada en la bioregión denominada «Puna y altos de los Andes» en las provincias de Puno y Huancané
Entre la fauna más destacada figuran cinco variedades de gansos o ánades, siendo los más conocidos: el «pato puna», de cabeza mitad negra y mitad blanca y pico azul intenso; el «pato rana», muy especial porque se comporta como un zambullidor y el «ganso de alas blancas», con cola negra.
En la Reserva Nacional del Titicaca se han registrado decenas de especies de aves, peces y anfibios. Las aves son las más numerosas y existen más de 60 especies, entre las que destacan parihuanas o flamencos, huallatas, gaviotas, keles, chullumpis y lequeleques (también hay especies en peligro de extinción).
La flora del lago está representada por doce variedades de plantas acuáticas, entre las que resaltan la totora y el llacho.
Sus principales afluentes son los ríos: Ramis, Huancané, Coata, Llave y Suches. El Lago Titicaca da origen al río Desaguadero que actúa como frontera natural entre Perú y Bolivia. La temperatura de sus aguas varía entre 11° C y 14° C.
Específicamente, la Reserva Nacional del Titicaca está ubicada en dos sectores sin continuidad física:
- El Sector Ramis: de 7030 hectáreas, en la provincia de Huancané, que incluye una zona de totoral y una parte pelágica en la margen derecha de los ríos Ramis y Huancané, y las lagunas de Yarecoa y Sunuco en la margen izquierda del río Huancané.
- El Sector Puno: de 29 150 hectáreas, en la provincia de Puno que abarca los totorales comprendidos entre la isla Estévez y la península de Capachica, además de zonas de espejo de agua y llachales.
Las islas flotantes de los Uros, donde residen descendientes de la etnia Uro desde tiempos remotos, constituyen uno de los principales atractivos. Sus habitantes prestan servicios de alojamiento, actividades como; pesca artesanal, trabajos de artesanía en totora y telares; así como, recorridos en las tradicionales balsas de totora.
En las islas Amantaní y Taquile, las comunidades ofrecen alojamiento y otras actividades de turismo rural. La isla de Suasi, por su lado, es un espacio privado que promueve la defensa del ecosistema.
Para los observadores de aves se recomienda el sector turístico de Carata Mocco y Huili, donde es posible apreciar en todo su esplendor al «zambullidor del Titicaca» Rollandia microptera. El sector turístico de Yapura, es apropiado para el turismo de cultura viva, que a la vez complementa actividades acuáticas y de aventura en medio de los totorales del Titicaca.