Sarna sarcóptica en perros
La sarna sarcóptica, también llamada sarna común, es causada por el ácaro Sarcoptes scabiei y es el tipo de sarna más frecuente en perros. Causa picazón intensa y afecta dramáticamente a la calidad de vida del perro que la sufre, pudiendo conducir a infecciones bacterianas y serios problemas de salud si no es tratada. Es una condición curable, pero también es muy contagiosa e incluso puede transmitirse a los humanos.
Resumen
Síntomas
Los síntomas de la sarna sarcóptica incluyen:
- Picazón tan intensa (prurito) que el perro no puede dejar de rascarse, y morderse las zonas afectadas. Puede ser en cualquier parte del cuerpo, pero generalmente empieza en orejas, cara, axilas y vientre.
- Piel irritada y/o con heridas y costras.
- Alopecia (pérdida de pelo) localizada.
- Piel ennegrecida (hiperpigmentación) y engrosamiento de la piel (hiperqueratosis), generalmente en las orejas.
- A medida que avanza la enfermedad se presenta debilidad y decaimiento general debido a la imposibilidad del perro de descansar.
- En etapas avanzadas también se presentan infecciones bacterianas en la piel.
- Si la sarna sarcóptica no es tratada, el perro puede morir.
Causas y factores de riesgo
El parásito causante de esta enfermedad es el ácaro microscópico Sarcoptes scabiei que vive dentro de la piel de los perros infestados, causándoles prurito (picazón). Las hembras de S. scabiei son las principales causantes del prurito, ya que cavan túneles microscópicos en la piel del perro para depositar sus huevos.
Esta enfermedad es altamente contagiosa y cualquier perro saludable que entra en contacto con un perro infestado se contagiará casi con seguridad. El contagio también ocurre de forma indirecta, a través de objetos inanimados que hayan tenido contacto con el perro enfermo, tales como camas, casetas, equipo de peluquería canina, collares, recipientes de comida e incluso heces.
La sarna sarcóptica también puede ser transmitida a los humanos (aunque el ácaro no puede vivir mucho tiempo en el humano) y de éste nuevamente al perro.
Los síntomas aparecen entre 2 a 6 semanas después del contagio.
Los perros con mayor riesgo de contagiarse son los que se encuentran en albergues, en caniles compartidos con perros desconocidos (por ejemplo, en perreras) y los que tienen contacto frecuente con perros callejeros.
Diagnóstico
El diagnóstico de sarna sarcóptica solamente lo debe hacer el veterinario. En algunos casos puede conseguir alguna muestra útil (por ejemplo, de heces) y observarla al microscopio. Sin embargo, la mayoría de las veces el diagnóstico se hace a través de la historia del perro y la sintomatología.
Tratamiento
La sarna sarcóptica puede ser curada y generalmente tiene un buen pronóstico. El tratamiento suele incluir algún shampoo acaricida o una combinación de shampoo y medicamentos. Algunos acaricidas comunes en el tratamiento de esta y otras sarnas son la ivermectina y el amitraz.
Es importante tomar en cuenta que algunas razas de perros pastores como el collie, el pastor inglés y el pastor australiano presentan problemas con estos medicamentos, por lo que el veterinario deberá recetar otros para su tratamiento.
Cuando se presentan infecciones bacterianas secundarias, también es necesario administrar antibióticos para combatirlas.
El veterinario es el único que puede recetar los medicamentos e indicar su frecuencia y dosificación.
Otros perros que conviven con el perro afectado también deben ser evaluados por el veterinario y tratados, aún si no presentan síntomas. Además, es importante aplicar un tratamiento acaricida al lugar en que vive el perro afectado y los objetos con los que tiene contacto. Esto también debe ser indicado por el veterinario.
Prevención
Para prevenir esta sarna hay que evitar que nuestro perro entre en contacto con perros infestados y sus ambientes. Es importante llevar al perro al veterinario a la primera sospecha de sarna, ya que así se facilitará el tratamiento en caso de dar un diagnóstico positivo para la enfermedad.