Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho

Trekking fuera de las Montañas

Trekking fuera de las Montañas

El Trekking fuera de las Montañas no sólo se vale de cordilleras o una compleja orografía como escenario. Algunos lugares de la costa peruana combinan la vastedad y aparente vacuidad del desierto con la irregular línea costera para crear escenarios de gran belleza y atractivo para los caminantes. Uno de ellos es, sin duda, el desierto de Paracas (aproximadamente 250 km al sur de Lima). Planicies de salitre amarillo, dunas de fina arena, acantilados erosionados por el viento y un mar extraordinariamente rico se suman a las enormes concentraciones de aves acuáticas y lobos marinos para crear un ambiente único en la costa peruana. La península y bahía de Paracas es atravesada por infinidad de trochas carrozables, muchas de las cuales constituyen circuitos de trekking de primera calidad.

En el extremo norte se encuentran Bayóvar y sus playas vírgenes, tesoro natural del departamento de Piura. Quebradas profundas, labradas por ríos fantasmas que reviven cada cincuenta años para modelar el paisaje con violencia feroz; bosques de retorcidos algarrobos; bandadas de aves migratorias y un desierto donde el viento impera, son algunos de sus atractivos más singulares.

Al otro lado de los Andes, en las abruptas pendientes que miran al este, bañada por las constantes lluvias provenientes de la llanura amazónica, se extiende la ceja de montaña. Este territorio de bosques impenetrables, considerado uno de los últimos refugios de una particular flora silvestre (orquídeas, bromelias y helechos arbóreos) y de especies animales únicas y en peligro de extinción (oso andino, el venado enano y el mono choro de cola amarilla), formó parte del extenso e intrincado sistema de caminos precolombinos que unían la sierra con la selva.

Una de estas rutas es la que conduce a la fortaleza de Kuélap, enclave de los sachapuyas en la selva amazonense, conocida por sus espectaculares murallas de piedra caliza construidas para resguardar la ciudadela ubicada sobre una cresta rocosa a 3 000 msnm. Kuélap constituye el atractivo arqueológico más importante de todo el nororiente peruano, y consta de dos gigantescas plataformas superpuestas sobre las cuales se erige un bello centro poblado. Las dimensiones (584 x 110 metros) y características de este sitio lo hacen comparable a Sacsayhuamán y Machu Picchu, en el Cusco.

Para llegar a Kuélap se recomienda volar a Chachapoyas (50 minutos desde Lima, es necesario contratar vuelos especiales porque no hay vuelos comerciales), pues por tierra toma una jornada completa de manejo desde Chiclayo, ubicada a 750 km de Lima. De Chachapoyas se conduce a Tingo, en el Valle de Utcubamba, y luego se asciende por una carretera afirmada de 7 km hasta la fortaleza.

Otras rutas de interés en los Andes orientales son los caminos que descienden hacia el este del Cusco y Puno y constituyen circuitos espectaculares y poco conocidos para los aficionados al trekking.

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