Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho

La bella durmiente en Tingo María

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Atrás de la hermosa ciudad turística de Tingo María, en el departamento de Huánuco, se encuentra la figura de una mujer, echada de espaldas y mirando al cielo, cubierta de verde. Se trata de la montaña conocida como «Bella Durmiente», que tiene esta forma y que le ha dado fama a la ciudad como «la ciudad de la bella durmiente», una montaña que adorna el horizonte.

La leyenda

Cuentan que en tiempos incaicos existió una joven llamado Cuynac, quien se enamoró de una princesa, Nunash. Vivieron en tiempos felices, rodeados de vasallos, pero su felicidad se vio truncada al ser atacados por el padre de otra princesa llamada Amaru, convertido en culebra.

Cuynac, con su habilidad en la hechicería, convirtió a su amada en una mariposa para que volara a pedir ayuda, y a él mismo en piedra. Cuando ella regresó a su forma humana y con la ayuda necesaria, venció, pero Cuynac ya no podía regresar a su forma original. Nunash, cansada, se sentó sobre su amado convertido en piedra.

Mientras dormía, escuchó la voz de Cuynac. «Amada, no me busques. Mi voluntad fue pedir a los dioses que me convirtieran en piedra y mi pedido fue complacido. Estoy destinado a permanecer así el resto de mi vida. Si tú en realidad aún me quieres, permanece a mi lado toda tu vida en este cerro y que en las noches de luna aparezca ante la mirada de la gente una mujer dormida».

Así es como ella hasta ahora permanece, como una imponente montaña adornando Tingo María.

¿Y tú que opinas?

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