Ratones
Los ratones son los más pequeños de los roedores que encontramos hoy en día como mascotas y hay multitud de especies distintas disponibles.
El ratón común (Mus Musculus) es el mamífero más extendido del mundo junto con el ser humano. Igual que ocurre con muchos otros roedores, antes de ser mascotas fueron animales de laboratorio. Los ratones son de los más apreciados del mundo, llegando a ser propuestos incluso, junto con las ratas, para el premio Nobel.
Además, es una de las primeras de las especies de las que se ha secuenciado su genoma, así como una de las pocas que ha viajado al espacio.
Resumen
Fisonomía
La longevidad de un ratón oscila entre 1,5 años y 2 años.
Un ejemplar adulto mide aproximadamente 15 centímetros sin contar la cola; teniendo en cuenta la cola, los ratones alcanzan cerca de los 19 centímetros. El peso oscila entre los 25 y los 40 gramos.
No es fácil distinguir el sexo de los ratones en ejemplares jóvenes. El macho tiene mayor distancia entre el genital y ano y en la hembra la distancia es menor. En ejemplares que han alcanzado la madurez sexual se pueden distinguir los testículos del macho y las glándulas mamarias de la hembra. Las hembras tienen cinco pares de glándulas mamarias y pezones mientras que los machos carecen de ellas.
Comportamiento
El ratón es un animal de hábitos nocturnos, aunque también están activos en otros momentos del día en los que socializan con las personas que les tienen a su cargo. Son animales muy sociables que necesitan de la compañía de miembros de su propia especie, por lo que resulta conveniente mantenerles en parejas o grupos de un mismo sexo o con los machos castrados. Las hembras suelen ser más sociables que los machos, los cuales a veces pueden adoptar comportamientos territoriales con otros machos.
Alojamiento
El ratón es el perfecto escapista, siendo capaz de escapar de prácticamente cualquier jaula de barrotes. Resulta sorprendente el poco espacio necesario a través del cual un ratón puede salir de su jaula. Los ratones se pueden alojar en terrarios, cajas de plástico (siempre con pequeñas aberturas pequeñas en la tapa y los laterales para permitir la correcta renovación de aire) o jaulas de barrotes.
En caso de usar una caja de plástico hay que asegurarse de que no puedan llegar a roer las aberturas o barrotes y escaparse. Si se desea usar una jaula con barrotes, estos deberán de tener una separación no superior a 1 cm (normalmente las jaulas diseñadas para hámsters rusos pueden servir).
El tamaño de la jaula variará según el número de animales que se quieran mantener dentro.
Alimentación
Una buena alimentación para un ratón requiere variedad.
Lo ideal es utilizar un pienso específico para ratones de buena calidad. Si no es posible, se les puede mezclar pienso de gama alta para hámster, conejo enano jilgueros y periquitos. Se deben evitar los piensos que contengan semillas. El pienso debe de estar disponible las 24 horas del día.
Como complementos se les debe dar verduras, pan duro y alimentos con alto contenido en proteína animal, tales como pienso de perro o gato o queso. Se les puede ofrecer también algo de leche. Estos complementos es recomendable dárselos por la noche y retirar los restos a la mañana siguiente.
Educación
Los ratones son animales muy listos a los cuales les encanta jugar. Con tiempo, perseverancia y paciencia, se les puede llegar a enseñar algunos trucos. Por supuesto siempre de forma positiva, jugando y premiándoles.
- Acudir a la llamada: es muy sencillo de enseñar. Cada vez que se les ponga la comida o se les vaya a dar algo que le guste especialmente al ratón, se hace un ruido, siempre el mismo. Así pasados los días asociará el ruido con la comida, y siempre que se haga el ruido acudirá.
- Pasar por un aro: se necesita un aro de tamaño pequeño por el que los ratones puedan pasar sin problemas. Se le muestra el premio (siempre comida) y se le muestra el aro. Se pone la comida en el centro del aro y, según se vaya acercando, se aleja un poquito para que lo cruce. Una vez que haya pasado el aro se le premiará a la vez que se le dice la palabra deseada. Siendo constantes con este ejercicio pronto aprenderá lo que quiere decir esa palabra y el ratón pasará por el aro sin necesidad del premio.
Estos son dos ejemplos de lo que se le puede enseñar a los ratones pero, con imaginación y mucha paciencia, se les puede enseñar numerosos trucos. Siempre mediante premios y en ningún momento castigándolo.
Enfermedades y problemas
Los ratones también pueden llegar a enfermar y necesitar de cuidados veterinarios.
Normalmente cuando un ratón enferma se le ve más apático, sin ganas de jugar, ni de salir. También se le puede notar, por la falta de apetito o por que el cuerpo mantenga una temperatura fría al tacto.
En cuando se observen los primeros síntomas es urgente llevarle a un veterinario especializado en animales exóticos. Los ratones tienen un metabolismo mucho más rápido que el del ser humano y la rapidez de actuación resulta clave si queremos que nuestro ratón se recupere y pueda volver a disfrutar de la vida.
Otras veces pueden tener heridas o llagas que requerirán de una buena desinfección todos los días. Siempre es mejor que lo vea un veterinario para indicar que es lo mejor en estos casos y nos asesore en cómo realizar las curas para evitar que las heridas se infecten.
Cuando un ratón llega al final de su vida se le puede llegar a notar porque su cuerpo se quedará frío y empezará a paralizarse.