Año de la Recuperación y Consolidación de la Economía Peruana

Nicolás de Piérola Villena

Nicolás de Piérola Villena

  • Nombre: José Nicolás Baltazar Fernández de Piérola y Villena
  • Periodo de presidente: 1879 – 1881 y 1895 – 1899

Nicolás de Piérola Villena nació en Arequipa, Perú, 5 de enero de 1839, apodado El Califa, fue un político peruano, que ocupó la Presidencia del Perú en dos oportunidades: la primera, de facto, de 1879 a 1881; y la segunda, de jure, de 1895 a 1899. Según la opinión de algunos historiadores, es el más notable presidente peruano del siglo XIX, junto con Ramón Castilla.

Contrato Dreyfus

Nicolás de Piérola Villena fue director del diario El Tiempo. Durante los años de 1869 a 1871 fue Ministro de Hacienda del gobierno de José Balta y Montero. Bajo su gestión se firmó el denominado Contrato Dreyfus, por el cual se concedía a la empresa francesa Dreyfus de París el monopolio de exportación del guano.

Presidente durante la Guerra del Pacífico

Entre 1874 y 1877 Nicolás de Piérola Villena intentó en varias ocasiones derrocar a los gobiernos de Manuel Pardo y de Mariano Ignacio Prado. Siendo derrotado, tuvo que exiliarse en Bolivia y Chile. En 1879, con el inicio de la Guerra con Chile y la ausencia del presidente Mariano Ignacio Prado, dio un golpe de estado, sus tropas tuvieron un enfrentamiento con las tropas de Manuel González de la Cotera. El 23 de diciembre de 1879, Piérola ingresó al Palacio de Gobierno de Lima, proclamándose Dictador, en calidad de Jefe Supremo. Gobernó el país hasta que las tropas chilenas ocuparon Lima en 1881. Luego estableció su gobierno en la sierra peruana, dimitiendo en noviembre de 1881.

Presidente Constitucional del Perú (1895-1899)

Nicolás de Piérola Villena fue ungido como Presidente de la República el 8 de septiembre de 1895, inaugurando una nueva etapa en la historia republicana del Perú que se conoce como la Reconstrucción Nacional. Esta gestión fue notable. Convocó a los más capaces para ocupar funciones en el gobierno, sin tener en cuenta antecedentes partidarios; respetó escrupulosamente la Constitución; fortaleció las instituciones públicas e impulsó el desarrollo integral del país.

Últimos años de Nicolás de Piérola Villena

Nicolás de Piérola Villena no volvió a ejercer cargo público tras salir de la presidencia el 8 de septiembre de 1899, permaneciendo retirado de las actividades políticas, aunque no totalmente. Asumió la dirección de una empresa de construcciones, conocida como La Colmena, hasta 1909. Sin embargo, continuó inspirando los grandes lineamientos de la política de su partido, el Demócrata.

En 1900 encabezó una lista que postuló a la Alcaldía de Lima, pero inesperadamente fue derrotado por una lista independiente, liderada por Federico Elguera.

En 1904, nuevamente postuló a la Presidencia de la República, a la cabeza del Partido Demócrata, pero luego de dar una serie de vibrantes discursos, se retiró poco antes de realizarse las elecciones, aduciendo falta de garantías, lo que originó que su contrincante, José Pardo y Barreda, candidato de la alianza entre civilistas y constitucionalistas, resultara ganador. Desde entonces, Nicolás de Piérola Villena se abstuvo de postular a la presidencia.

El 29 de mayo de 1909, durante el primer gobierno de Augusto Bernardino Leguía Salcedo, un grupo de ciudadanos simpatizantes del Partido Demócrata o pierolista, lograron entrar a tumulto a Palacio de Gobierno. Encontraron a Leguía en su despacho. Los revoltosos le pidieron su renuncia. Encabezaban la turba Carlos de Piérola y los hermanos Isaías y Amadeo de Piérola (el hermano y los hijos de Nicolás, respectivamente). Leguía se negó a renunciar. Entonces, los amotinados secuestraron al Presidente de la República y lo llevaron hasta la Plaza de la Inquisición y, al pie del monumento a Bolívar, lo conminaron a renunciar por segunda vez. Leguía volvió a negar su renuncia. Intervino la fuerza pública, que logró rescatar al presidente luego de un tiroteo que mató a más de cien manifestantes. A pesar de no haber tenido participación en esta revuelta, Nicolás de Piérola Villena tuvo que esconderse ante la persecución desatada por el gobierno.

Cuando en las elecciones de 1912 emergió en última hora la candidatura popular de Guillermo Billinghurst y el gobierno de Leguía parecía favorecer a su candidato Ántero Aspíllaga, Nicolás de Piérola Villena propuso infructuosamente la convocatoria de nuevas elecciones, en lo que fue su último mensaje al país, el 14 de julio de 1912. Poco después tuvo un diálogo con el ya presidente Billinghurst, cuando éste amenazó al congreso con disolverlo si no legislaba en favor de los obreros: «Señor Billinghurst ¿Cómo piensa gobernar bien el país si antes no gobierna bien sus nervios?», dícese que le dijo.

Falleció en Lima, a las 9 y 26 minutos de la noche del 23 de junio de 1913, en su casa de la calle del Milagro. Sus funerales constituyeron todo un acontecimiento que convocó a una multitud de personas. En las paredes de las calles partidarios enfervorizados escribieron: «Piérola ha muerto. ¡Viva Piérola!».

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