Rosa canina
Las rosas se cultivan desde hace miles de años. Entre las variedades de rosa más antiguas se encuentran la Rosa rugosa, la Rosa gallica, la Rosa rubra, la Rosa damascena y la Rosa canina, un tipo de rosa silvestre conocida también como escaramujo.
El rosal silvestre es un arbusto espinoso de hoja caduca de la familia de las rosáceas, originario de Europa, el noroeste de África y Asia occidental. El fruto de la Rosa, el escaramujo, tiene un alto contenido en Vitamina C, lo cual lo convierte en una de las fuentes vegetales más ricas de esta vitamina. También contiene vitaminas A, D y E, y flavonoides antioxidantes. Su alto contenido en taninos hace que puedan causar estreñimiento.
Considerada “la reina de las flores”, la rosa es un tipo de planta ornamental por excelencia, gracias a la belleza y la fragancia de su flor. No obstante, también es considerada una planta medicinal, ya que los escaramujos son muy útiles para prevenir el resfriado común y la gripe, y contribuyen a mejorar la función inmunitaria. Además, los pétalos de rosa en el agua del baño alivian los dolores de la artritis.
Beneficios de la Rosa Canina
Los escaramujos de la rosa, por su valor nutritivo, resultan útiles para prevenir el resfriado común. Dan buen sabor a las tisanas y contribuyen a mejorar la función inmunitaria. Se emplean como astringentes para tratar la diarrea. Los pétalos de rosa añadidos a las tisanas favorecen la relajación y levantan el ánimo gracias a su fragancia. En el agua del baño alivian los dolores de la artritis.
Consejo: Recoger los pétalos desde el solsticio de verano hasta el otoño, y los escaramujos en el otoño de plantas libres de pesticidas.
Precaución: Algunas personas pueden presentar alergia al rosal silvestre o al escaramujo.